La contaminación, el frío excesivo, el viento y también nuestra propia genética, contribuyen a que el rostro luzca de una u otra manera. Y, aunque en plena temporada de invierno recurras más que nunca al maquillaje y no prestes tanta atención a cómo está tu piel, no debes olvidar que para lucir buena cara, has de cuidarla todos los días.
Pero, ¿qué pasa si tenemos la piel atópica? ¿Y si ya tenemos alguna marquita de acné? Muchas veces, además de la pereza que puede dar seguir toda una larga rutina de belleza antes de ir a dormir, no conocemos qué es lo más adecuado para tratar nuestro rostro. Para ello, lo más importante es que sepas qué tipo de dermis tienes y, a partir de ahí, que le dediques el tiempo y los cuidados necesarios. Además, si sigues los consejos de los expertos, te será más fácil empezar el nuevo año con buena cara y libre de imperfecciones.
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