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Kim Kardashian explica por qué contrata a dobles de su cuerpo
Varias mujeres con sus mismas medidas trabajan para la empresaria, por una razón bastante práctica
Las elecciones de vestuario de Kim Kardashian pueden cambiar varias veces a lo largo del día según el número de compromisos que tenga y, lejos de tratarse de una decisión tomada sobre la marcha, la empresaria prepara a conciencia cada look ya que es muy probable que éste pronto se convierta en viral. El neón, el látex o las prendas deportivas son solo algunas de las tendencias que Kim ha popularizado últimamente y los 117 millones de seguidos que atesora en redes sociales atestiguan el gran poder de influencia de la de Calabasas. Sin embargo, como ha explicado a People, el tiempo juega en su contra a la hora de probarse cada conjunto. Pero como ella es una mujer de recursos, ha encontrado la solución ideal para saber cómo le va a quedar cada prenda que se pone: contrata a mujeres con sus medidas exactas para que se la prueben por ella.
“Tengo modelos que se prueban mis prendas, hemos encontrado a mujeres que tienen mis medidas exactas y que se ponen toda mi ropa, hacemos fotografías y se hacen pruebas diarias de todos los looks de Yeezy”, revela Kim. Con los looks de Yeezy se refiere a los conjuntos que su marido Kanye West diseña y que, gracias a Kim, han conseguido que la firma se convierta en todo una referencia: zapatos de material transparente, colores neutros que se ajustan como una segunda piel o looks deportivos reconvertidos en el epítome del lujo son solo algunas de las claves del estilo que ha popularizado la pareja.
Después de que las dobles de Kardashian se prueben los conjuntos, comienza un proceso de reporte en el que la celebrity se asegura de que no habrá sorpresas cuando ella misma estrene el look: “Los estilistas ponen la ropa en la modelo, toman fotografías y me las envían, de esta forma, cuando yo me lo pruebe me aseguro de que me queda bien. ¡Me hacen la vida tan fácil!”. Hay quien podría pensar que el modus operandi de la empresaria resulta cuanto menos excéntrico; sin embargo, Kim ha construido un imperio millonario alrededor de ella misma, de cómo viste, cómo se peina y cómo se maquilla, por lo que no puede permitirse ningún traspiés estilístico, ni salir de casa con la cara lavada, ya que su relevancia mediática y su fuente de ingresos dependerían de ello.
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