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Viaje olfativo por el Véneto italiano
Magnolia, ciprés, pera, castaña... Descubre este lugar a través de seis nuevos perfumes.
El olfato es una de las herramientas más potentes del recuerdo. Pocas cosas sugieren y evocan más que un olor. Sensaciones, personas y momentos que vuelven del pasado; o situaciones imaginarias que se convierten en realidad por unos instantes gracias a un olor.
Villa palladiana en la zona del Véneto italiano.
El desencadenante de este proceso puede ser un perfume, una comida, un espacio, una flor... o a veces, incluso, varios de ellos juntos. Piensa, por ejemplo, en un entorno natural en diferentes momentos del día. Un jardín por la mañana, con el rocío aún posado en las hojas de los árboles; o al final de la tarde, después de que el sol haya calentado sus flores durante todo el día; o el olor de la fruta madura recién caída al suelo... Momentos que se reparten a lo largo de las 24 horas del día durante las cuatro estaciones de año creando un imaginario olfativo lleno de detalles. Una imagen que Tomas Maier, director creativo de Bottega Veneta, visualizó en su cabeza a partir de varios escenarios de la zona del Véneto italiano, lugar de origen de la marca en 1966 (este año celebra su 50º aniversario) y su principal fuente de inspiración: los jardines de Andrea Palladio. En las propias palabras de Maier: “Palladio siempre ha sido mi arquitecto favorito debido a mi padre, quien también era arquitecto y lo admiraba".
Algunos de los componentes de las seis fragancias de 'Parco Palladiano'
El resultado es Parco Palladiano, un viaje olfativo por cada uno de estos rincones que Maier imaginó en su cabeza. Una experiencia auténtica y fidedigna materializada en una colección de seis perfumes unisex, muy diferentes entre sí pero con un nexo en común: esos jardines que rodean las villas palladianas y cada uno de sus elementos. Concretamente una de ellas: Villa Rotonda (también conocida como Villa Capra), cerca de la bonita ciudad de Vicenza.
Colección unisex 'Parco Palladiano' de Bottega Veneta
Identificados con sencillos números romanos que van del I al VI, y con frascos que simulan el icónico intreccio (entrelazado realizado de manera artesanal en las prendas y complementos de piel) de la firma en su cristal y también en el tapón; nuestros ojos viajan por diferentes tonalidades pastel antes de que nuestro olfato los cierre para disfrutar de la elegancia de la magnolia, la intensidad del ciprés, la dulzura de la pera, la calidez de la castaña, la frescura del laurel o la sensualidad de la rosa en cada pulverización.
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