Con frecuencia, el mundo de la moda es tachado de frívolo y superficial, como un bonito escaparate que no alberga nada en su interior. Sin embargo, para las que nos apasiona la moda, esta sentencia nos parece injusta y, sobra decir, incierta. La moda es un fenómeno con un fuerte componente emocional y de expresión, que va más allá de la estética y el estatus, de la imagen y la apariencia. Y que conectan directamente con nuestro ser. Hay prendas u objetos que son valiosos para nosotros, independientemente de cuántos ceros marcara la etiqueta. A través de una blusa, unos pendientes o un bolso, podemos evocar un recuerdo, un sentimiento, una pertenencia. Conectarnos con una persona, o un lugar, o un momento vital. Este fenómeno es verdadero y, si me lo permiten, algo único.
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Es lo que sucede con las joyas amuleto, esas piezas que, si bien no tienen por qué ser cuantiosas, siempre nos acompañan. Son piezas que no buscan llamar la atención de los demás, sino que funcionan como ancla de conexión y protección. Esto lo sabe muy bien Sara Carbonero, quien en su estilo bohemio, natural y libre siempre están presentes ciertas piezas amuleto.
La periodista suele añadir muchas joyas y complementos a sus estilismos, en línea con esa estética bohemia y romántica que tanto la caracteriza. Los sombreros y las prendas con flecos y estampados florales son sus señas de identidad, así como combinar multitud de collares y anillos con diferentes piedras. Entre todo este amplio repertorio de accesorios, su joya más especial es el collar Coraje, de la colección que ella misma diseñó con la firma Agatha Paris. Es una pieza sencilla, minimalista, un medallón de esmalte negro donde puede leerse claramente Coraje en letras doradas.
Sara confesaba que hace cinco años buscaba una palabra que resumiera el momento que estaba atravesando. Tras varias ideas, una noche tuvo una revelación: si había algo que definía todo aquello era el coraje. "El coraje no siempre ruge, a veces es una silenciosa, pero poderosa voz interior que te dice: 'Mañana lo volveré a intentar'". Desde entonces, esta palabra se ha convertido en su mantra y en una de sus favoritas. Se queda con todas las acepciones que tienen que ver con la superación, con esa voz que grita que hay que seguir adelante cuando ya no quedan fuerzas.
Haciéndose eco de la frase de Jean-Paul Sartre, la periodista recordaba que es vital adquirir el coraje de no ser como todo el mundo. Y animaba a sus seguidores a no pelear batallas externas, sino a abordar el conflicto dentro de uno mismo. "Que no nos falte nunca, ese arrojo, ese coraje, ese 'vamos a por ello una vez más', hasta que el cuerpo aguante, hasta que nos tengan que sacar de la fiesta", añadía.
Pero, ¿qué significado adoptan para nosotras las joyas amuleto? ¿Qué hay detrás de esa búsqueda de conexión con una joya? Para entender el sentido de las joyas amuleto, recurrimos a Olga Prieto, fundadora y diseñadora de su propia firma de joyas artesanales, piezas llenas de alma e historia, hechas a mano en el corazón de México.
Joyas amuleto, mucho que decir
Las joyas amuleto son, como nos explica Olga, “una forma de sentirnos acompañadas”, son piezas donde “depositamos deseos, recuerdos o emociones que nos conectan con algo más grande, ya sea suerte, protección, o la energía que queramos atraer”. Más allá de lo estético, estas piezas nos aportan calma, seguridad, o “un vínculo emocional con lo que somos o deseamos ser”. En diferentes ocasiones, Sara ha confesado que su colgante Coraje es un mantra que resumía el momento vital que estuvo atravesando durante mucho tiempo, y que, a día de hoy, es el recordatorio de todo lo que vivió y la fuerza que le impulsa para continuar.
Además, Olga nos explica que, en el caso de Sara, resulta muy palpable esa conexión con sus joyas gracias a su estilo natural y sin artificios, y a “su forma de vivir más consciente”. Ella valora las historias, lo auténtico, lo emocional, y por ello en sus estilismos, no buscará solo la estética, sino que “transmite la sensibilidad de quien elige rodearse solo de aquello que tiene un sentido. No lleva las cosas porque sí, sino por lo que le inspiran o le hacen sentir”.
Adentrándonos un poco más en el mundo de las joyas amuleto, la diseñadora nos explica que estas piezas siempre se eligen desde un vínculo emocional, “a veces es como un flechazo, otras sucede con el tiempo, conforme esa joya va acompañándonos en nuestra historia”, hasta convertirse en un símbolo de lo vivido. También afirma que hay ciertas joyas o materiales que se prestan más a esa conexión: “Las piedras naturales, por ejemplo, tienen un simbolismo muy poderoso; o los metales nobles, que envejecen con belleza”.
Sin embargo, Olga reivindica que, al final, lo importante no es el material que compone la joya, sino la intención, “el deseo que proyectamos sobre ella”. En el caso de Sara Carbonero, ella no busca simplemente adornarse, sino llevar siempre consigo y muy cerca un recordatorio de quién es, lo que ha superado, y los valores que le definen.
