Cuando Victoria Beckham presentó en 2008 su firma homónima, probablemente no imaginaba que casi dos décadas después acabaría convirtiéndose en una de las más rentables del mercado de lujo. Y es que no lo tuvo fácil con la crítica, escépticos ante la idea de que una superestrella de la música se convirtiese en diseñadora: ¿podría la industria tomar en serio a la exintegrante más pija de Spice Girls? Sin embargo, tras un discreto desfile con elogios en el que mostró sus primeras creaciones, una minicolección de vestidos, demostró que su carrera en la moda iba en serio.
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Diecisiete años después, y tras haber atravesado altibajos económicos en su marca que se hicieron especialmente notables a raíz de la pandemia, Victoria Beckham atraviesa al fin uno de sus mejores momentos con su negocio. No solo se ha consolidado como referente, presentando desde el 2022 sus creaciones en Paris Fashion Week junto a las firmas más grandes del sector, también está triunfando con su empresa cosmética.
Esta semana se ha dado a conocer que los negocios de la británica han experimentado un crecimiento de dos dígitos durante cuatro años consecutivos. Desde The Business of Fashion, apuntan que sus ingresos han aumentado en un 26%, cerrando el 2024 con un valor de 112,4 millones de libras (130 millones de euros).
Un logro de lo más significativo si tenemos en cuenta la crisis que atraviesa el lujo y que durante los últimos meses se ha hecho patente con el constante juego de sillas que han vivido casas como Chanel, Versace, Balenciaga o Dior, cambiando a sus diseñadores, que sostienen sobre sus hombros grandes expectativas.
La consultora Bain & Company pronosticó en junio que el mercado mundial del lujo se contraería entre un 2% y un 5%. Y grupos como Kering o LVMH ya han reportado caída en sus ventas, debido, entre otros factores, a las tensiones económicas entre China y Estados Unidos.
Logro empresarial en plena tormenta familiar
Esta buena noticia para Victoria Beckham se produce cuando la diseñadora atraviesa uno de sus momentos personales más complicados. La imagen de unión familiar inquebrantable que durante años han construido Victoria, David y sus cuatro hijos, se ha tambaleado en los últimos meses debido al distanciamiento con su hijo mayor, Brooklyn.
Este, junto a su esposa Nicola Peltz, se ha mantenido alejado de sus padres, perdiéndose este año citas tan señaladas como el 50 cumpleaños del exfutbolista, la presentación de la última colección de su madre en la capital francesa e incluso el cumpleaños de Harper, la benjamina.
Este verano, además, ha quedado claro que la relación con su hijo es cada vez más difícil. Algo que se confirmó durante la renovación de votos que celebraron Brooklyn y Nicola a principios de agosto, con una segunda ceremonia a la que solo acudió la familia de la novia. Ni Victoria ni David Beckham asistieron y tampoco se han pronunciado al respecto.