Si algo tienen en común los estilismos de Zoë Kravitz sobre la alfombra roja es que ponen en evidencia su idilio con las prendas lenceras. Los vestidos satinados forman parte crucial del armario de esta actriz que, un año más, ocupa titulares en todo el mundo por sus proyectos cinematográficos y una posible nueva relación. Tras su divorcio de Channing Tatum, han sido escasas las apariciones públicas de la hija de Lenny Kravitz, pero ahora, inmersa en la promoción de la película Caught Stealing, se prepara para presentarnos una faceta de sí misma nunca antes vista, con la misma esencia y más natural que nunca.
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Desde hace meses, los seguidores de Zoë Kravitz y Austin Butler se preguntan cuál es realmente la relación entre ambos. Los rumores de un posible romance comenzaron a circular a principios de este año, cuando los actores coincidieron en el rodaje de Caught Stealing, el thriller policial dirigido por Darren Aronofsky que actualmente se encuentran promocionando por todo el mundo. La química es indudable, aunque habrá que esperar hasta el 10 de octubre para comprobar que su conexión también se sostiene en la gran pantalla.
Los vestidos lenceros de Zoë Kravitz para las noches de verano
Como todavía queda mucho para que llegue esa fecha y las dudas que quedan sin responder solo aumentan, no podemos evitar preguntarnos: ¿Acaso los looks de alfombra roja de Zoë pueden dar alguna que otra pista sobre su situación sentimental?
En París, este jueves por la noche, la actriz deslumbró con un minivestido satinado color champán con tirantes, que mostraba aplicaciones de encaje floral sobre el escote y en el bajo de su falda corta. Sin apenas maquillaje en el rostro ni joyas que aderezaran el conjunto, completó todo con unas sencillas sandalias negras de tacón bajito. Muy sensual y, aun así, sumamente sofisticada, demuestra que sí se puede presumir de piernas en eventos de noche.
Es embajadora de Saint Laurent desde 2017. A partir de entonces, comenzó a lucir los diseños minimalistas y sensuales de Anthony Vaccarello para la firma francesa, que se caracterizan por las siluetas puras y las transparencias en tejidos de colores sólidos, como el negro o el marrón chocolate. Es por ello que nada tiene que ver el intérprete de Elvis en la elección de los looks virales de Zoë durante esta gira de medios: los vestidos lenceros son su zona de confort y le sientan como un guante.
Estas prendas de tejido satinado se idearon inicialmente para llevarse dentro de casa o debajo de la ropa de calle. No fue sino hasta los años 90 que el vestido lencero se impuso como un elemento más de nuestro armario cápsula, desde que el atractivo de esta sensual pieza inspiró a los diseñadores a crear sus propias versiones con el beneplácito de Kate Moss o Carolyn Besset-Kennedy.
En la presentación de la película en Londres, Zoë combinó este bonito diseño amarillo mantequilla de mangas cortas acabadas en volante, falda midi con vuelo y detalles de encaje con unas clásicas bailarinas negras y el bolso de hombro Le 5 à 7, de Saint Laurent (2.000 euros).
Un look natural y effortless para cualquier ocasión
Ella es de esas mujeres que no quieren dedicar demasiado tiempo a arreglarse, pero esto apenas se nota porque confía siempre en este tipo de diseños, como hacían en su época las supermodelos de los 90. Si una palabra pudiera definir todo su armario, esta sería effortless.
El moño pulido solía ser su look de preferencia. Mientras más pulcro, mejor. Pero esto ha cambiado desde que se separó de Channing Tatum: en esta nueva etapa de soltera, prefiere lucir la melena larga al descuido, con esas ondas perfectas que le ha dado la genética. Naturalidad máxima.
Comenzamos a conocerla hace una década, cuando su estilo no tenía nada que ver con la elegancia de los vestidos lenceros que Saint Laurent hace a medida para ella. Era la reina del 'indie sleaze', aunque esos días ya quedaron atrás. Ejemplo de ello es este otro lookazo que llevó en el estreno londinense de Caught Stealing, un diseño liso de seda de color negro con escote halter que se adorna con un lazo blanco y deja al desnudo la espalda.