2. Apuesta por los productos sólidos
¿Sabías que una pastilla de champú sólido equivale aproximadamente a dos o tres botellas de champú líquido? Decantarte por la primera no solo va a hacerte ahorrar en dinero, sino también en plástico, descartando totalmente su uso, puesto que normalmente el champú sólido suele venir en envases de cartón.
Hoy en día podemos encontrar multitud de productos para el cuidado de la piel y el cabello en versión sólida, desde champús, hasta acondicionadores –suelen ser frecuente las pastillas 2 en 1–, hasta jabones faciales, pasando incluso por dentífrico, que viene en forma de pequeñas cápsulas. Algunas marcas que trabajan este formato son Garnier, Lush, Dr. Tree o Alma’s Secret.
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