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Bañadores, crema de protección solar, chanclas… Seguro que ninguno de estos artículos falta en esa maleta que has preparado para disfrutar del verano. Pero, al igual que nos preocupamos de cuidar nuestra piel y otros partes de nuestro cuerpo, no debemos olvidarnos de una muy importante: la boca. Es habitual que durante el descanso estival no le prestemos la atención adecuada, lo que después se puede traducir en alguna que otra sorpresa poco agradable a nuestro regreso. Por ello, desde Sanitas nos sugieren unos potentes aliados para evitarlo: los alimentos de temporada. Tal y como detalla su equipo de expertos, consumir productos característicos de esta época nos ayuda a cuidar la salud bucodental, e implican una menor probabilidad de que hayan sido tratados de forma artificial, conservando, así, todos sus nutrientes, además de su sabor y presentación naturales.

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Las caries, nuestras peores 'compañeras de viaje'

Uno de los mayores problemas de le temporada estival es que solemos olvidarnos de cepillar los dientes. En concreto, según desvela un reciente estudio llevado a cabo por Fluocaril, sólo 4 de cada 10 familias asegura realizar este hábito tan esencial dos veces al día. El peligro de ello, tal y como nos explicaba el odongólogo Iván Malagón, es que puede traducirse en la aparición de caries, sensibilidad dental...

De hecho, esta misma investigación revela que en 9 de cada 10 hogares, algún miembro de la familia ha tenido alguna caries, que resalta como el problema más común entre los adultos (un 87%), pero también entre los más pequeños (un 41%).

Y a ello se suma la combinación de comidas calientes con bebidas frías. Unos bruscos cambios de temperatura que también afectan a nuestros dientes.

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La alimentación, un pilar fundamental

Somos lo que comemos, y lo que ingerimos también influye en nuestra boca. Así lo afirma Manuela Escorial, odontóloga de la Dirección Asistencial de Sanitas Dental, quien apunta que tomar alimentos cmo "dulces o bebidas azucaradas fomenta la aparición de caries". Por tanto, hemos de intentar, en la medida de lo posible, elegir "alimentos ricos en nutrientes que ayuden a nuestra boca a combatir determinadas infecciones".

Y aquí es donde entran en juego los alimentos de temporada.

Para distinguirlos, se recomienda que, a la hora de comprarlos, se compruebe de dónde provienen (si es un área cercana) y si son respetuosos con el medio ambiente.

Así que apunta todos estos 'aliados' de temporada que te ayudan a proteger tu boca.

 

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Zanahorias

Popularmente, han sido conocidas como un alimento beneficioso para la vista, dado su alto contenido en carotenos y vitaminas. Lo que las postula, asimismo, como un producto idóneo para la piel, el pelo, el mantenimiento del bronceado, y nuestros dientes.

Al ingerirlas crudas, ayudan a eliminar esos molestos restos de comida, que, después, crean manchas superficiales, y cuidar, de este modo, el color blanco de la dentadura.

Además, las zanahorias tienen flúor, capaz de reforzar el esmalte, pero no la aparición de bacterias sobre él.

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Queso fresco

Los quesos frescos, al igual que el yogur natural, es una fuente de calcioque juega un importante papel a la hora de reparar el esmalte de los dientes, a los que protege frente al desgaste.

¿Cómo incorporarlos a la dieta?

La nutricionista Yolanda Masa, de Blua de Sanitas, aconseja los quesos blancos porque aportan menos grasa que los semicurados y los curados. Mientras que los primeros pueden tomarse en el día a día, los segundos es mejor hacerlo de vez en cuando y no regularmente.

La experta también recomienda incluirlos (los quesos frescos) en una ensalada o al final de una comida, junto a frutas como los melocotones, los higos y las cerezas.

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Tés fríos, una opción deliciosa y refrescante

Cuando aprieta el calor, lo que más nos apetece es tomar una bebida o alimentos lo más frescos posibles. Por ello, los productos fríos son la estrella del verano. Una buena forma de combatir las altas temperaturas (e hidratarse) son los tés helados (idealmente sin azúcar), que aportan flúor, vital para reforzar el esmalte, y polifenoles, que actúan contra las bacterias.

Aunque el mejor es el té verde, merece la pena valorar otras opciones como el negro o kukicha (que es rico en calcio). Sólo hay un pequeño inconveniente, que por sus propiedades antioxidantes, mancha fácilmente los dientes.

Sin embargo, Manuela Escorial asegura que no debe suponer un motivo de preocupación. Sólo hay que asegurarse de iseguir unos hábitos de higiene correctos, y realizarse limpiezas regulares.

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Pescados blancos

El pescado blanco es uno de los reyes de las dietas saludables, ya que tanto su aporte calórico como su contenido en grasas son muy bajos. A ello se suma su fácil digestión, y sus múltiples propiedades saludables, como la prevención de enfermedades cardiovasculares.

No obstante, los expertos aconsejan dos en concreto el sargo y el pargo, que están en temporada. Éstos, al ser blancos, no tienen pigmentos, y por tanto, no tiñen los dientes.

Otros alimentos con los que nuestros dientos no corren ningún riesgo son la carne y los arroces blancos.

 

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Pipas de calabaza

Entre sus numerosas bondades cabe resaltar sus propiedades antiiflamatorias, que ayudan a evitar los problemas de encías.

Además, este fruto seco tiene ácidos grasos, vitaminas y minerales, como el calcio o el magnesio. Sin embargo, ha de consumirse con moderación: ya que son hipercalóricos. Así que una pequeña cantidad bastará para beneficiarnos.

 

Queda claro que todos estos alimentos pueden ayudarnos a prevenir diversas dolencias. Aun así, resulta fundamental el cepillado con una pasta dentrífica fluorada después de cada comida, junto al uso de seda dental. Y, por último -pero no menos importante- acudir a la consulta del dentista con asiduidad para evitar mayores complicaciones.

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