Estamos convencidos de que estos primeros meses del año 2020 pasarán a la historia de la Humanidad. Semanas que giran en torno al coronavirus, una pandemia que vino de Asia, pero que ha cambiado la forma de ser y de vivir de todo el planeta de un plumazo. Millones de personas viven días de cuarentena, encerrados en sus casas, para intentar frenar lo antes posible la propagación del virus. Una inesperada crisis global que supone un reto tanto a nivel político como sanitario, pero también a nivel emocional para todos, que vivimos la limitación de nuestra movilidad sin saber, además, hasta cuándo.
En China, país que ya ha empezado a dar por controlada la pandemia, ve la luz al final de este oscuro túnel, y comienza a relajar las medidas de confinamiento, haciendo análisis de todo lo que han vivido. Así, Ipsos China ha definido las diferentes fases emocionales por las que ha pasado la población del gigante asiático. Una guía que puede ser de utilidad para los demás países, en los que aún estamos en fases más tempranas dentro de esta compleja situación.
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1. Incredulidad
El primer momento está marcado por la confusión y el miedo, provocados por una gran cantidad de información muy imprecisa y la proliferación de rumores de dudosa veracidad. Nos cuesta creer que estamos viviendo esta situación, todo parece formar parte de una película, pero lo cierto es que, en esta ocasión, la realidad supera a la ficción.
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2. Preparación
En esta fase es cuando se empiezan a cambiar los planes, debido a las medidas impuestas. Toca almacenar suministros en casa para intentar salir lo menos posible de casa y hacer frente a la falta de existencias o la posible escasez de determinados productos. Pero todo teniendo en cuenta que hay que hacer la compra con sentido común, porque en España están garantizados los suministros a las tiendas de alimentación, que permanecen abiertas.
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3. Ajuste
Es el momento en que se empieza a adaptar realmente el día a día a las nuevas restricciones y situaciones nuevas según van surgiendo. Toca elaborar nuevas rutinas dentro de casa, desde los horarios a las comidas, pasando por reservar momentos para el ocio, para el ejercicio y para mantener el contacto con nuestros seres queridos.
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4. Aclimatación
Es una fase de estabilidad, en la que se afianzan poco a poco las nuevas rutinas y se hace frente a los retos diarios tanto del aburrimiento o la posible desidia como ante el contacto familiar forzado continuo en el caso de no pasar la cuarentena en soledad. Incluso se pueden descubrir aspectos positivos de la nueva situación a medida que la gente explora nuevas actividades e intereses en los que dedicar el tiempo.
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5. Resistencia
Los días pasan y aumenta la tensión ante las restricciones de movimiento y una vida social limitada al máximo, más en un país como España, en el que hacemos mucha vida fuera de casa. Todo ello puede afectar al estado de ánimo y las relaciones personales. Más aún si tenemos en cuenta la incertidumbre sobre cuánto va a durar este confinamiento.
6. Alivio
Se va viendo el final del túnel y comienzan a tener más peso algunas noticias positivas frente a la oleada de disgustos de los días previos. En esta etapa se empieza a sentir alivio y esperanza ante la reapertura de negocios, ya que se vislumbra el final de esta situación. La gente se siente feliz ante la posibilidad de reemprender su vida con normalidad.
7. Temor
Tras el alivio por ver cerca el fin de una situación tan complicada como la que nos ha tocado vivir, al final asaltan nuevas preocupaciones sobre la seguridad laboral y financiera tras esta crisis, cuando las consecuencias económicas empiezan a ser evidentes.
¿Y en España, en qué fase nos encontramos?
En nuestro país ya llevamos más de una semana confinados en casa y desde Ipsos en España han querido conocer en qué fase de las anteriores nos encontramos los españoles. Para ello han realizado una consulta en su comunidad What&Why, y el resultado ha sido que nos encontramos en la fase 3, que equivale a la de ajuste. Así, nos toca empezar a adaptar nuestras rutinas al confinamiento, la conciliación de la vida familiar y laboral, ya que ahora todo se da en el mismo espacio, así como a limitar al máximo las salidas de casa y tener solo relación a distancia con amigos y seres queridos.