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El paso del verano al otoño marca el inicio de una nueva temporada. Es el momento perfecto para realizar una limpieza profunda de todos los espacios de nuestra casa. Hoy repasamos algunas claves que te ayudarán a trabajar con método, de forma ordenada y efectiva.

 

El cambio de estación

Son muchas las cosas que implica el cambio de estación que va del verano al otoño. Las temperaturas comienzan a descender y llegan los primeros fríos, lo que significa que pasaremos más tiempo en casa, al calor del hogar. Por eso necesitamos que nuestros espacios estén limpios y ordenados y sean más acogedores que nunca. Ahora es el momento de poner a punto la casa para el invierno. Toma nota de todas las tareas que has de llevar a cabo para lograrlo.

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Planifica la limpieza de otoño

La puesta a punto general de la casa no es una tarea menor. Si quieres hacerla correctamente te llevará bastante tiempo, por lo que debes organizarte y prepararla. Para empezar programa la fecha en tu agenda y resérvate más de un día, ya que no te dará tiempo a acabar en una sola jornada. Puedes dedicarle un fin de semana completo o dividir la tarea en varios días, en función de tu disponibilidad y de tu tiempo libre.

Una vez sepas cuándo vas a comenzar con la tarea, asegúrate de que tienes a mano todo lo que vas a necesitar: productos de limpieza, bayetas de microfibra, trapos, cepillos y fregonas, etc.

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Los utensilios de limpieza, en perfecto estado

Para limpiar la casa en profundidad y de una forma algo más cómoda necesitarás herramientas que te ayuden a obtener los mejores resultados. Te vendrá bien contar con algunos electrodomésticos, como un aspirador o una vaporeta. Las máquinas de limpieza a vapor sirven para limpiar de forma rápida y profunda muchas superficies.

Lo importante es que estos electrodomésticos estén en buen estado y perfectamente limpios. Por otro lado, también es importante utilizar bayetas, esponjas paños y fregonas limpias o, incluso, nuevas.

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Trabaja por estancias y siguiendo un orden

Cuando comiences la limpieza de otoño debes seguir un plan previamente establecido. Lo más habitual es trabajar por habitaciones, terminando una antes de pasar a la siguiente. Así, en una mañana podrás terminar solamente la cocina, o un par de dormitorios. Ve trabajando de arriba hacia abajo, centrándote en los lugares que normalmente no repasas.

- Paredes, techos y rodapiés. Limpia estas superficies con el plumero o con un cepillo de barrer envuelto en un trapo de algodón limpio y seco, y ve retirando el polvo. Los rodapiés quedan muy bien si los repasas con un aspirador de mano.

- Puertas y ventanas. Dedícales un rato porque lo necesitan. Limpia también la parte superior de los armarios, los marcos de las puertas, etc.

- Limpia las lámparas, las bombillas (verás como dan más luz), los interruptores, etc.

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Revisar la chimenea

¿Tienes la suerte de tener una chimenea en el salón? Si la respuesta es sí, seguramente la limpiaste a fondo cuando terminó el invierno y, con él, su temporada de uso. Pero si no lo hiciste en aquel momento, ahora es el momento de ponerla a punto antes de que llegue el momento de volver a encenderla.

La limpieza de las chimeneas de leña consiste en eliminar el hollín del tiro y del interior del conducto, bien con métodos mecánicos (utilizando un cepillo y un mango telescópico) o bien con métodos químicos (quemando unos troncos especiales cuyo humo elimina el hollín acumulado en el tiro). Si crees que la tarea es muy compleja, puedes contratar los servicios de un deshollinador profesional.

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Cómo acabar con los ácaros

Aunque esta misión es realmente imposible (nunca podrás eliminar los ácaros por completo), conviene aprovechar la limpieza de otoño para tratar de limpiar a fondo los textiles y otras superficies donde se acumulan. Esto es especialmente importante si eres alérgico al polvo y a estos entes microscópicos, o lo es algún miembro de la familia.

Para tratar de deshacernos de los ácaros, comienza por ventilar muy bien la casa. Lava a máquina todos los textiles que admitan este tipo de limpieza: cojines, almohadas, mantas, plaids, etc. Una forma efectiva de eliminar los ácaros del colchón es ponerlo al sol un buen rato, siempre que sea posible. Si no está sucio, bastará con que lo aspires a fondo y le des la vuelta para que no coja forma. Aspira también las tapicerías y las alfombras de tu casa.

Un consejo: los aspiradores más efectivos son los que llevan filtro HEPA, pero no te olvides de limpiarlo o cambiarlo cuando sea necesario.

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El interior de los armarios

Esta tarea, la de limpiar a fondo los armarios, también se realiza dentro de la limpieza de otoño. Aprovecha el cambio de ropa de temporada y programa un día para dedicarte a los armarios de toda la casa. Por mucho que no lo parezca, el interior va cogiendo polvo y ahora es el momento de dejarlos impecables.

Comienza por sacar toda la ropa de primavera y verano, limpia muy bien el interior y coloca las prendas de otoño e invierno. Después haz una selección de aquellas prendas de verano que vas a guardar, siempre bien limpias, para la próxima temporada.

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No te olvides de la cocina

La cocina necesita, como mínimo, dos limpiezas generales al año, y una de ellas se puede programar en otoño. Conviene hacer una lista de todas las tareas que hay que realizar en esta estancia, una de las que más se ensucian de toda la casa: limpieza de paredes y techos (pintura, azulejos, salpicaderos, etc.), puesta a punto de muebles y armarios por dentro y por fuera (gavetas, despenseros, etc.), encimeras, etc.

Un capítulo importante es el de los electrodomésticos: limpia el interior del frigorífico y revisa el lavavajillas y la lavadora. También tendrás que limpiarlos de vez en cuando para que sigan funcionando correctamente y duren más tiempo.

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Un repaso a las zonas de exterior

Ya han pasado varias semanas desde que terminó el verano, pero puede que todavía no te hayas decidido a revisar las zonas de exterior de tu casa para prepararlas para el invierno. Las altas temperaturas de este otoño han podido influir, ya que todavía es posible disfrutar de buenos ratos al aire libre.

En cualquier caso, ha llegado el momento de ponerse manos a la obra. Comienza por revisar y limpiar los muebles de exterior antes de guardarlos hasta la próxima primavera. Elimina las manchas de los textiles, así como de las sombrillas o los toldos. Revisa también las herramientas de jardinería, ya que ahora las usarás menos.

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