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El naranjo chino o kumquat (Fortunella) es un árbol que procede de Asia y, como podemos deducir por el nombre común que le hemos dado a este pequeño frutal, principalmente es originario de China. Botánicos exploradores lo introdujeron a Europa en el siglo XIX. Este árbol enano bien cuidado produce pequeños frutos comestibles denominados kumquats, que se ingieren directamente con la piel.

Se trata de una variedad que soporta algo el frío aunque no las heladas, por lo que, dependiendo de la región donde residas, podrás plantar en el jardín o será mejor cultivar en maceta para resguardarlo del frío a lo largo de los meses  invernales.

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De interior y exterior

Aguanta mejor que otros frutales las bajas temperaturas, de hecho, el naranjo chino puede soportar estar hasta a -10º C (aunque con las heladas perderá sus frutos), por lo que en lugares de inviernos suaves, como las Canarias y algunas zonas mediterráneas, puede ser plantado en el jardín. De lo contrario, es mejor tenerlo en un contenedor para protegerlo de los rigores del frío ubicándolo en un invernadero o bien en una estancia de la casa en la que no haya climatización pero sí sol, y especialmente donde el aire no sea seco. En definitiva, el kumquat agradecerá pasar el invierno en una habitación fresca y con cierta humedad ambiental.

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Un árbol aromático

El naranjo chino es enano y no suele pasar del metro de altura, aunque dependiendo de la variedad puede llegar a alcanzar los 4 metros. Cada vez más está presente para decorar interiores o exteriores por su precioso follaje oscuro, sus frutos que pasan a ser de color naranja cuando maduran y, también, debido a sus olorosas flores blancas que perfuman el ambiente en los meses más cálidos. Ten en cuenta que prolongarás su periodo de floración si sigues estas tres pautas: evita regarlo con agua con cal, no lo sometas a muy altas temperaturas ni lo cambies de sitio. Así. la planta te deleitará con su fantástico aroma a azahar.

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Especies de naranjo chino

A pesar de que el kumquat tiene un gran número de variedades, las más cultivadas son dos y tienen estas características:

  • Fortunella japonica: sus frutos son pequeños, redondos, de piel dulce y con la pulpa ácida. El árbol puede alcanzar 4 metros de alto.

  • Fortunella margarita: produce frutos de forma ovalada, además presentan un aspecto brillante. Su altura máxima son los 3 metros.

Ten en cuenta que el nombre de Fortunella se refiere al botánico británico que trajo estos árboles a Europa, llamado Robert Fortune.

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Pautas de riego

Selecciona para este frutal un lugar soleado y sin corrientes de aire. Respecto a los aportes de agua, es más exigente en verano que el resto del año.

En el interior, riega tu kumquat con regularidad, pero no en exceso, siempre comprobando que la tierra esté seca. En el estío puede requerirlo en días alternos, mientras que en invierno puede bastar con hacerlo semanalmente.

En exterior generalmente puede tener estas demandas hídricas: a diario en verano, a lo largo de la primavera pasar a la mitad de la frecuencia y en las estaciones de otoño y de invierno, entre uno y dos riegos semanales.

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El sustrato idóneo para el kumquat

El naranjo chino debe plantarse en un suelo rico, bien drenado y no calcáreo. Cultivado directamente en el jardín, cuando el tiempo es seco y caluroso, conviene cubrir el perímetro con un acolchado que permita que el agua no se evapore con mucha rapidez. Ten en cuenta que si el sustrato es pobre puede que los frutos, los kumquats, permanezcan verdes y tengan dificultades para madurar.

Resulta recomendable abonar la tierra durante el periodo de crecimiento del árbol (en primavera y verano). Apórtale el fertilizante, uno específico para cítricos, en el riego cada dos semanas.

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Multiplicación

La forma en las que se reproduce a este árbol es mediante injerto con cítricos (con los que están estrechamente emparentados), generalmente el limonero espinoso, el pomelo, el naranjo agrio o el naranjo trifoliado.

Otra manera de propagar el naranjo chino es por semillas. Deben recogerse frescas y ponerse en remojo varias jornadas, cambiando el agua a diario. La siembra debe hacerse en primavera en un lugar cálido en el que se emplee un sustrato para cítricos. Tras brotar, seleccionaremos los mejores y los plantaremos en maceta. Como la planta tiende a la verticalidad, no precisará entutorarla para guiar su crecimiento.

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Trasplante y poda

Para garantizarle la tierra suficiente para desarrollarse bien, este pequeño árbol si está plantado en un contendor tendrá que trasplantarse cada dos años a una maceta ligeramente más grande y profunda. Quizá bastará con hacerlo cada tres años.

Insistimos en el punto de no cambiarlo a un contenedor de un tamaño mucho mayor, pues el desarrollo del árbol se resiente. Las mejores épocas para hacer esta operación son a finales del verano o durante la primavera

Respecto a la poda, te permitirá controlar su forma y tamaño; realízala en primavera.

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Cuida de su salud

A pesar de que es un árbol resistente que resulta muy fácil de cuidar, deberás procurar un suelo bien drenado para no perjudicar su salud. El naranjo chino también necesita sol (mejor si no es directo), porque si no, en ocasiones, sus frutos verdes no maduran ni cambian de color.

Respecto a las plagas, sobre todo son susceptibles a las cochinillas, unos parásitos que se combaten pulverizando un macerado de ortigas. También, aunque más raramente, sufre el ataque de las moscas blancas y las arañas rojas.

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