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Si eres amante de las plantas, seguro que te encanta cultivar nuevos ejemplares originales. La Stephania erecta es una especie de gran belleza que resulta sencilla de cuidar, si sabes cuáles son las atenciones que debes procurarle. Descubre cómo conseguir que crezca espectacular.

 

Una belleza exótica

Peculiar, exótica, con hojas originales… La Stephania erecta es capaz de poner en cualquier espacio una nota decorativa de lo más especial. Procede del continente asiático, concretamente de Tailandia, donde crece de forma silvestre. Allí se emplea con fines medicinales.

Es una planta trepadora tuberosa de hoja perenne. Una semisuculenta que brota de un tubérculo, y cuyos tallos retorcidos pueden llegar a medir varios metros. Aprende a cuidarla y búscale un emplazamiento de honor en tu salón. Se convertirá en el centro de atención.

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Como una patata

El tubérculo del que brota la Stephania erecta se llama caudex y se asemeja a una patata. Es la base de la planta, de donde brotan sus tallos y, además, tiene la particularidad de almacenar agua, por lo que tu stephania no necesitará que la riegues en exceso. Más bien al contrario, soporta periodos de sequía. De hecho, prefiere un riego moderado o escaso que un aporte excesivo de agua.

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Hojas redondas y originales

Con una forma muy especial, totalmente redondeada, y unas nervaduras de gran belleza, las hojas de la Stephania erecta se convertirán en un verdadero espectáculo que aportará originalidad a cualquier estancia.

Brotan en primavera, cuando la temperatura comienza a subir y el ambiente es más cálido. En otoño las hojas mueren y la planta entra en un periodo de reposo. En ese momento es importante suspender el riego y esperar con paciencia a que vuelva a florecer la siguiente primavera.

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La temperatura que necesita

La Stephania erecta es una planta originaria de climas cálidos y húmedos, por lo que le gustan las temperaturas templadas por encima de 18 o 20ºC. No le van bien los cambios drásticos en el termómetro ni el frío del invierno. Cuando la temperatura baja, la planta no brota.

Además, necesita una importante humedad ambiental para estar feliz. Al principio, cuando plantes el caudex en la maceta, puedes tratar de conseguir el ambiente que la stephania necesita cubriéndola con una campana de cristal o con un plástico.

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El mejor sustrato

Para que la Stephania erecta crezca saludable y en perfectas condiciones tendrás que proveerla del sustrato adecuado. Rellena una maceta con una mezcla de tierra para cactus, arena de río y perlita para mejorar el drenaje. Ese es un sustrato adecuado para la Stephania erecta.

Coloca la parte puntiaguda del caudex hacia arriba, casi sin enterrarlo, y pon piedras blancas sobre la tierra para conseguir que el sustrato retenga mejor la humedad.

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La luz, un factor esencial

Una de las condiciones que han de darse para cultivar adecuadamente la Stephania erecta es que el entorno sea muy luminoso. Es una planta que necesita recibir mucha luz natural, aunque prefiere que sea luz indirecta, evitando los rayos del sol directos especialmente cuando la stephania es pequeña.

Una vez la planta esté enraizada y hayan brotado los tallos puedes ponerla cerca de la ventana, rotándola de vez en cuando para que la luz le dé por todas partes. Para saber si tu planta está recibiendo suficiente luz, fíjate en los tallos. Deben ser cortos y con hojas verdes.

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¿Cómo regar la 'Stephania erecta'?

Ya sabes que esta planta tan especial necesita un ambiente húmedo para crecer, pero también un riego moderado que mantenga su sustrato húmedo pero sin encharcamientos que podrían ser fatales para ella. Recuerda que el caudex acumula agua, y no te pases con el riego.

Un consejo:

Es buena idea pulverizar sus hojas para aumentar la humedad, especialmente en verano.

Una clave a tener en cuenta: durante la época de descanso es muy importante no regar la stephania, si quieres que brote de nuevo sana y feliz en primavera.

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Abonar, ¿sí o no?

Aunque no es una cuestión prioritaria, a la Stephania erecta le vendrá bien un aporte de nutrientes para crecer más y mejor. Puedes utilizar un abono orgánico o un fertilizante para plantas de hoja verde. Proporciónaselo cada 15 días desde la primavera hasta el otoño, momento en que la planta se quedará aletargada. Entonces, además del riego, debes suspender el abonado.

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Plagas y enfermedades que pueden atacarla

De entre todas las plagas, las que más atacan a la Stephania erecta son los ácaros, sobre todo la araña roja. Se trata de unos insectos que se propagan muy rápidamente, por lo que antes de que te hayas dado cuenta pueden haber colonizado la mayor parte de la planta.

Para combatirlos utiliza un insecticida natural como el jabón potásico o el aceite de árbol de neem. Si aplicas esta última sustancia una vez a la semana le estarás proporcionando a tu Stephania erecta un tratamiento preventivo contra insectos dañinos como la araña roja, el pulgón y la cochinilla algodonosa.

Un consejo:

Prepara esta mezcla casera que es un eficaz insecticida natural. Mezcla un litro de agua, aceite de neem y jabón potásico y pulveriza tu Stephania erecta para prevenir y combatir las plagas.

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