1. Verde para calmar los ánimos
El verde simboliza las plantas, el equilibrio y la armonía, potenciando la relajación y el bienestar. Además, es fácil de adoptar, tanto con plantas como con accesorios coloridos, en las paredes, las telas o como ‘acento’. Como siempre, la idea es elegir tonos suaves para estancias donde busques la paz, como el dormitorio o el baño, y brillantes para lugares de movimiento y vida social, como el salón o la cocina, donde logrará un toque energizante, pero contenido, sin perder su calma. Manzana, almendra o pastel logran aunar suavidad y alegría. Por cierto, recuerda que estás ante uno de los colores del año.