1/10 © Maisons du Monde

El amor por nuestra casa ha sacado a la interiorista que todas llevamos dentro, dispuesta a dar un nuevo aire a nuestras estancias, para hacerlas más acogedoras, cómodas y, por supuesto, bonitas y a la moda. Para ayudarte en la tarea, hemos rescatado del manual de decoración una de las reglas infalibles y más fáciles de llevar a cabo: la del tres. Porque, aunque no lo creas, está científicamente demostrado que las composiciones con números impares, especialmente con tres elementos, resultan más atractivas al ojo, ya que crean conjuntos simples, bellos y llenos de armonía. Además, llaman más la atención que una composición de cuatro. Descubre cómo aplicarla con estas ideas de decoración.

 

Sin llamar la atención

Esta regla está tan integrada en la decoración de la casa que es necesario fijarse bien para descubrirla, aunque si prestas atención está por todas partes, como en esta propuesta de Maisons du Monde. Aquí la podemos encontrar en los tres módulos que configuran el sofá, en los tres cojines, en el trío que forman las dos butacas y la mesa de centro o en el juego cromático gris que diseñan el sofá, el sillón y la alfombra.

 

 

2/10 © Hem

Para toda la casa

Esta regla es apta para toda la casa y se puede usar en el salón, el dormitorio, el recibidor y la cocina, como en esta propuesta de Hem donde encontramos tres taburetes, tres lámparas de techo y tres puertas. Además, es una buena opción para decorar la mesa de centro, pero también para dar personalidad a una pared, colocar la estantería o hacer la cama como si fuera la de un hotel. Tampoco se aplica únicamente a los accesorios, sino que funciona también con los muebles o las piezas auxiliares, por lo que puedes encontrar tríos distintos en un mismo ambiente que forman parte de uno final. 

3/10 © La Redoute Interieurs

Tres piezas iguales

Una manera sencilla de ponerla en práctica es usando tres elementos iguales o casi. Una opción perfecta a la hora de usar y colocar los accesorios, como lámparas, macetas o espejos, que puedes colocar haciendo una figura, como en esta propuesta de La Redoute Interieurs, jugando con las alturas, diseñando una escalera o formando una línea.

4/10 © Madam Stoltz

Elementos de la misma familia

Otra forma de aplicar esta regla en la decoración de tu casa y apostar sobre seguro es colocando juntos tres elementos de la misma categoría (jarrones, cuadros, macetas, adornos…). Puedes hacer que dos sean iguales y uno de ellos sea distinto bien por el color o por el tamaño o que todos sean diferentes, como en esta propuesta de Madam Stoltz, donde las sillas de comedor comparten respaldo de rejilla y estilo 'deco', pero no son el mismo diseño. De esta forma, mantendrás la armonía y la simetría, pero aportando un toque dinámico al conjunto.

 

5/10 © Ercol

Tres muebles

Esta regla te ayudará a organizar mejor la distribución de un espacio, sin abarrotar de muebles y objetos los ambientes y creando, al mismo tiempo, recorridos cómodos para circular. Evidentemente las piezas tienen que estar en proporción con los metros, porque no se trata de llenar por llenar, pero tampoco de caer en el vacíoi y hacer que un salón XL parezca desangelado y triste. Una buena idea que siempre funciona para la zona de estar es elegir un sofá y alrededor de él ubicar una mesa de centro y un sillón que completen el conjunto, como en esta propuesta de Ercol. También puedes apostar por tres sillones o cambiar la típica mesa de centro por tres auxiliares de distintos tamaños e, incluso, diferentes.

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Tres accesorios

Si no puedes jugar con las piezas principales, una manera fácil de poner en marcha esta regla ‘deco’ es a través de los accesorios y pequeños complementos. Piensa en los cojines, adornos, velas, plantas y espejos y establece el equilibrio visual y emocional combinando por ejemplo tres cojines del sofá iguales o con un nexo de unión (color o estampado) o colocando un jarrón, una vela y un adorno en la mesa de centro. Una buena idea es introducir diferencias de tamaños, colores y materiales. De manera que, sin perder armonía, sean más dinámicos y atrevidos, como ocurre en este ambiente de Muymucho, donde se combinan cestos de distintos tamaños y dos cojines blancos con uno verde.

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7/10 © Bloomingville

Tres materiales

Aunque esta versión de la regla del 3 es más sutil y puede que pase desapercibida, lo cierto es que resulta igual de efectiva para crear una decoración de interiores digna de un profesional. Puedes mezclar piezas de fibras vegetales (una de las tendencias de decoración del momento) con madera (un clásico que siempre funciona y que ratifica el alza de los materiales naturales) y textiles con trama, que aporten su granito y su calidez. Cualquiera de ellos los puedes cambiar por cristal o metal, dos buenas opciones en interiores modernos o de aire industrial. También puedes jugar con las texturas, como en esta propuesta de Bloomingville, y combinar materiales rugosos con otros pulidos y con tejidos con pelo, por ejemplo, logrando un plus de estilo y calidez.

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8/10 © Bruguer

Tres colores

El color también cuenta a la hora de aplicar esta regla y el número tres resulta mágico a la hora de pintar la casa. Se trata de crear una composición armoniosa donde las tonalidades de las paredes, los muebles y los textiles conjunten o, al menos, no chirríen. En esta propuesta de Bruguer, blanco, azul y marrón definen un marco cromático relajante, equilibrado y bello.

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9/10 © Dfs

Una vuelta de tuerca: la regla 60/30/10

A la hora de combinar colores, la regla del tres afina mucho más la puntería y se convierte en la del 60/30/10. Es decir, hay que elegir un color dominante que vestirá el 60% del espacio (muchas veces es el blanco), uno secundario que se ocupará del 30% y un tercero que lo hará del 10% restante, con el que normalmente se aplican las pinceladas más llamativas o alegres. En este salón de Dfs, verde, rojo y madera son la clave. Este consejo fácil de poner en práctica esconde un truco: los tonos deben sintonizar entre ellos. No se trata de mezclar tres colores a la ligera, sino de crear composiciones armoniosas. Para ello, piensa que los opuestos, como el clásico y socorrido blanco y negro, se atraen y pueden dar mucho juego, que los neutros (blanco, gris, beis…) juntos siempre funcionan y que un solo tono en tres intensidades es una opción fácil de llevar a cabo e infalible en el resultado final. 

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10/10 © ManoMano

Siempre números impares

Aunque el tres es un número redondo y por inercia hay ambientes de la casa que tienden al seis, piensa en una mesa de comedor rectangular y en la disposición de dos sillas en sus laterales y una en cada cabecera, lo cierto es que tampoco debemos someternos a la tiranía del tres o de los pares. Lo importante es que procuremos divertirnos en nuestra faceta de decorador y apostar en la medida de lo posible por los impares: el 5 y el 7 también cuentan. En este ambiente de ManoMano, las piezas principales son tres (sofás y mesa puf), mientras que los cojines son cinco y los adornos de cada módulo de la estanteróía son siete. 

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