Cómo hacer que un recibidor pequeño parezca (y sea) más grande
Con los muebles idóneos y ciertos trucos con efectos
Aunque los recibidores independientes van perdiendo terreno y se abren al salón, especialmente en viviendas tipo ‘loft’, lo cierto es que siguen ocupando un papel importante en la distribución de la casa, ya que son la primera impresión que tienen los visitantes, nuestra mejor (o peor) tarjeta de visita y el lugar donde nos descalzamos y vaciamos nuestros bolsillos (llaves y móvil incluidos) al llegar de la calle. Lo habitual es que la entrada sea pequeña, por lo que muchas veces pasamos por alto sus posibilidades, desaprovechamos esos metros extra tan importantes y dejamos que campe cierto desorden en ella, minimizando su función dentro de la organización de la casa. Estas ideas de decoración te dicen cómo sacar partido, aumentar su funcionalidad y hacer que parezca más grande.
Muebles a medida
Los muebles a medida te permiten sacar partido al espacio aprovechando rincones y huecos muertos. Además, se adaptan a las necesidades personales, por lo que no se desperdicia ni un centímetro. Por cierto, un armario también es una buena alternativa, ya que ayuda a mantener el orden y acaba con el caos visual lo que a la larga amplía las dimensiones de tu entrada.
Una consola ligera y práctica
Son uno básico de los recibidores, independientemente del tamaño, ya que ofrecen una superficie de apoyo para dejar el móvil, las llaves o el correo, pueden albergar una lámpara de sobremesa que proporcione un punto de luz extra y no restan metros, ya que son estrechas y altas. Puedes completarla con un espejo y con un pequeño taburete (una pieza versátil que puedes mover por la casa), ideal para descalzarte o para dejar el bolso.
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Pon un espejo
Pocos accesorios hay que tengan en su mano la capacidad de ampliar los metros con su sola presencia. Son los mejores aliados de espacios pequeños, sin olvidar que potencian la luminosidad. La mejor opción es poner un espejo grande que dé profundidad y permita echar un último vistazo a tu ‘look’ antes de salir de casa, pero en función de los metros y la distribución también puedes situar dos o más. Eso sí, mejor sin marco o con uno poco recargado que no resulte pesado. Metálicos, dorados y madera son tres buenas opciones.
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Baldas y piezas suspendidas
Las paredes ofrecen un espacio extra, no lo desaproveches. Desde la típica balda, colgada más baja, que ofrece una superficie de apoyo para colocar un vacíabolsillos y una lámpara hasta una consola sin patas, un banco suspendido o un contenedor tipo librería que puede dar mucho juego para dejar el bolso y el resto de cosas. Además, puedes aprovechar el espacio que queda debajo para poner un puf u otro accesorio que te haga el día a día más fácil.
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Una pieza multifunción
Que albergue zapatero, perchero, repisa e, incluso, espejo o lámpara. Los muebles de doble o triple función son los mejores aliados de los espacios pequeños. Antes de elegir, revisa tus necesidades y costumbres, ya que no es lo mismo que tengas niños que vienen cargados del cole, que vivas en una zona donde llueve mucho o que ‘almacenes’ en la entrada los zapatos de la semana, y adquiere aquel que se ajuste mejor a ellas.
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Deja que pase el sol
Tanto si cuentas con una ventana cerca, como si está abierto al salón. Para ello, cuelga unos visillos ligeros que incluso cerrados dejen pasar el sol o unas cortinas que aíslen sin obstaculizar el paso de la luz. Como siempre, no pongas muebles altos y permite que circule libremente, ya que con ella ganarás también una dosis de calidez. Un truco en entradas oscuras es apostar por un ‘total look’ monocolor y pintarlo de un color distinto al del pasillo o el salón, este efecto le hará crecer visualmente. Por cierto, si es tan pequeño que apenas da para nada, no dudes en tirar tabiques y añadirlo a la estancia principal.
Pocos muebles
¡Viva el minimalismo! Otra de las reglas de los espacios pequeños es no llenarlos de muebles y enseres que abigarran, resultan incómodos y obstaculizan el paso y la luz. Lo ideal es escoger el mobiliario básico que necesitas, y proporcional al espacio disponible, para que sea realmente práctico en tu día a día. Ten en cuenta que, aunque no te lo parezca, una o dos piezas grandes resultan más ligeras y menos apabullantes que muchas o varias pequeñas. Procura que la ‘elegida’ sea especial y aporte carácter.
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Una alfombra que delimite
Si quieres darle la importancia que merecen y hacer que no solo sea una zona de paso más, necesitas que tenga límites, incluso si se trata de recibidores pequeños o están abiertos al salón. Una alfombra, el felpudo lo dejamos para el acceso exterior a la puerta, le dará un toque de estilo, le hará ganar calidez y confort, especialmente si no tienes hueco para una silla y te tienes que descalzar de pie, y le otorgará entidad propia. Elige un diseño que se ajuste al tamaño y la planta, de manera que esté equilibrada con ambos, y que sume valor decorativo. Recuerda que es una parte de la casa expuesta a un gran trote diario, barro o agua, por lo que es conveniente optar por un modelo capaz de resistir esas condiciones con su mejor aspecto y que sea fácil de limpiar.
Piezas de formas curvas
Y no solamente porque las curvas sean una de las tendencias de decoración de la temporada y porque hayamos caído rendidas a sus encantos y su capacidad para hacer acogedor cualquier rincón, sino porque sí o sí ocupan menos visualmente y resultan menos bruscas a la vista, lo que favorece la transición con el resto de estancias. Desde una consola hasta una butaca, un espejo o un perchero, las formas redondeadas pesan menos. Eso sí, siempre que no llenes el recibidor de piezas.
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Una iluminación adecuada
Lo ideal es que cuente con una lámpara de techo o focos empotrados que permitan tener luz nada más abrir la puerta, aunque sin exagerar, ya que se trata de tener luz donde la necesitemos, por ejemplo, la zona del espejo. Procura elegir un modelo ‘limpio’, en materiales que iluminen bien y en colores que no oscurezcan, como el blanco. Los modelos brillantes también son una buena opción. Otra buena alternativa son los apliques, que no ocupan y son perfectos para entradas XS, y las lámparas de pie, que además de iluminar ayudan a crear ambiente, aunque restan centímetros. Para completar, nunca como fuente principal de luz, puedes colocar una de sobremesa que potencie la calidez del espacio.