Trucos y consejos para lavar las cortinas según su tejido (y que queden impecables)
Algodón, lino, seda, lamas... ¡Toma nota!
Sirven para protegernos de las miradas indiscretas, tamizar la entrada del sol y, por supuesto, vestir las ventanas y decorar las estancias de tu casa. Y es que una habitación sin cortinas da la sensación de estar a medio decorar. Y, aunque cumplen todas esas funciones con diligencia, muchas veces no les damos el cariño que se merecen ni las lavamos con la frecuencia de que deberíamos. En este artículo, te contamos qué es lo que tienes que hacer para lavar las cortinas según el tejido con el que están confeccionadas y cada cuánto tiempo hay que hacerlo.
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Con qué frecuencia lavar las cortinas
Aunque no lo parezca, las cortinas se ensucian. Y bastante. Además, también acumulan polvo y malos olores que, aunque no son perceptibles a la vista, estropean la imagen de tu salón. Por eso, lo ideal es lavar las cortinas cada 5 o 6 meses. Aunque las de la cocina han de lavarse con más frecuencia, al menos una vez al mes, ya que es una estancia en la que se acumula más grasa. Lo mismo si tienes un bebé, ya que así evitarás la acumulación de ácaros, o si hay mascotas en casa o la zona en la que vives tiene altos niveles de contaminación.
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Qué hacer antes de lavar las cortinas
Antes de plantarte lavar las cortinas, lo primero que debes hacer es comprobar la etiqueta, donde te informará sobre el tejido con el que están confeccionadas, así como si hay alguna particularidad en su lavado, como que deben lavarse a mano o si deber evitar meterlas en la secadora. Asimismo, hay tejidos que es mejor lavar en seco, en cuyo caso tendrás que llevar las cortinas a una tintorería, o que requieren de algún cuidado especial.
Si las cortinas van colgadas en rieles, antes de lavarlas (ya lo hagas a mano o en la lavadora), quita todos los ganchos. Si tiene partes rígidas que no pueden retirarse, mételas en una bolsa de lavado (o en la funda de una almohada) para evitar que se estropee la lavadora.
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Cómo lavar unas cortinas de algodón o lino
El algodón y el lino son tejidos muy empleados para la confección de cortinas de calidad. Y su lavado es muy sencillo. Lo único que debes hacer es descolgarlas como te hemos comentado anteriormente, meterlas en una bolsa de lavado y lavarlas en la lavadora con un programa delicado y un centrifugado suave para que no se estropeen. Emplea un jabón neutro y nunca utilices lejía. Puesto que ambos tejidos se arrugan mucho cuando se lavan, plánchalas del revés cuando antes de que se sequen y de colgarlas en su soporte.
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Cómo lavar unas cortinas de tejidos sintéticos
Los tejidos sintéticos, como el poliéster, son muy empleados en la confección de cortinas (generalmente mezclados con algodón). Para lavarlas, retira los elementos fijos y mételas en una bolsa de lavado. Lávalas en un programa para prendas delicadas y con un centrifugado suave. La gran ventaja de los tejidos sintéticos es que no se arrugan como el algodón o el lino, por lo que no tendrás que plancharlas. Así, cuando termine el programa de la lavadora, cuélgalas en su soporte para que se sequen.
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Otros tejidos con los que debes tener cuidado
Las cortinas de seda o terciopelo ofrecen una imagen elegante, sofisticada y muy chic, aunque tendrás que tener especial cuidado al lavarlas, ya que son tejidos delicados que necesitan un cuidado extra. Si las cortinas son de seda, comprueba primero que se pueden lavar en la lavadora y hazlo con agua fría, en un programa para prendas delicadas y un centrifugado suave. Emplea también un jabón neutro. Después, cuélgalas en su lugar para que se sequen. En cambio, si las cortinas son de terciopelo debes saber que no es recomendable meterlas en la lavadora ni lavarlas a mano. En este caso, nuestra recomendación es que las lleves a una tintorería donde puedan lavarlas en seco.
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Cómo lavar unas cortinas venecianas
Este tipo de cortinas son las más tediosas de limpiar, pero también son en las que más se nota la suciedad que acumulan. Si son de madera, baja las persianas y cierra las lamas. Sujeta la persiana con una mano y, con la otra, quita el polvo con el aspirador (con la boquilla pequeña) o el cepillo. Hazlo con cuidado de no romper o rayas las lamas de la cortina. En cambio, si son de aluminio, después de pasar el aspirador, pasa una bayeta humedecida con agua y un poco de amoniaco.
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Cómo lavar unas cortinas de lamas
Las cortinas de lamas verticales son las que menos polvo y suciedad acumulan. Aun así, se merecen cierta atención para que se mantengan en perfecto estado durante más tiempo. Las más habituales están fabricadas con PVC y son las más sencillas de limpiar. Si crees que pueden estropearse en la lavadora, lávalas mejor a mano. De esta manera, primero, descuelga las lamas una a una y mételas en un barreño con agua caliente y un poco de jabón neutro. Después, frota cada lama por ambos lados con una esponja suave y sin dañarlas. Acláralas y cuélgalas en su lugar para que se sequen. Un consejo: protege el suelo con unas toallas para que no se moje y se estropee.
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Cómo lavar un estor
Esta tarea dependerá del tipo de estor que vista tu ventana. Podemos diferenciar entre 3 tipos distintos, que condicionarán su lavado:
- Estores tipo screen: no hace falta que lo desmontes para lavarlo. Al estar fabricados con hilos de fibra de vidrio recubiertos de PVC o poliéster, puedes lavarlo con agua y jabón neutro. En el caso de que haya una mancha grande, descuelga el estor y extiéndelo sobre una superficie plana para frotar bien la mancha. Utiliza un cepillo de cerdas suaves si la mancha está muy incrustada. Después emplea un paño húmedo para eliminar los restos de jabón.
- Estores enrollables: estos se fabrican con tejidos resinados, que evitan las arrugas al subirlos y bajarlos. Al igual que con los anteriores, puedes utilizar agua y jabón neutro para limpiarlos y, después, un paño humedecido para eliminar los restos de jabón. Un consejo: si se produce una mancha, trata de limpiarla cuanto antes, ya que si la dejas secar será más difícil eliminarla.
- Estores de tela: los estores tipo paquetto y desmontables son los más fáciles de montar. Descuélgalos, saca las varillas y lávalos según las instrucciones de la etiqueta. Lo más probable es que puedan lavarse en la lavadora, pero si dudas, hazlo a mano. Después tiéndelo lo más extendidas posible y plánchalo antes de volver a colgarlo.
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