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Tanto si son bebés como si son mayorcitos, los niños necesitan una habitación cómoda y segura. Y eso pasa por conseguir que esté siempre limpia (o al menos la mayor parte del tiempo), un objetivo que no es nada fácil. Los peques de la casa son intensos: lo revuelven todo mientras juegan y no tienen tiempo de preocuparse demasiado por la higiene.

Descubre algunas claves que funcionan para mantener en perfecto estado las habitaciones de los niños.

 

Su cuarto, el centro de su mundo

Cuando son pequeños, los bebés quieren estar siempre donde están sus padres y el resto de la familia. Pero a medida que van creciendo descubren el placer de estar en su habitación. Allí juegan, hacen los deberes y estudian, descansan… Que ese entorno sea seguro y agradable es fundamental.

Para ello tendrás que hacer una limpieza general de manera frecuente, sin olvidarte del repaso diario. Comienza por abrir bien las ventanas cada día para ventilar de forma adecuada. ¡Deja que entre el aire fresco!

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Para acertar con los muebles, que sean funcionales

Sabemos que decorar la habitación de tus niños es toda una aventura emocionante. Sin embargo, conviene no perder el norte y optar siempre por elementos y materiales prácticos y no solo decorativos.

Hoy existe una amplia oferta de muebles capaces de resistir el trato, digamos intenso, al que van a someterlos los niños. Huye de acabados delicados como los lacados y apuesta por muebles de melamina, por ejemplo, que no sufren con los golpes y son fáciles de limpiar.

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El orden, ¿misión imposible?

No lo es, aunque tampoco es fácil conseguir que las habitaciones de los niños permanezcan ordenadas mucho tiempo. Además de enseñarles a recoger desde pequeños (ármate de paciencia porque la vas a necesitar), es fundamental ponerles las cosas fáciles y cuanto más mejor.

Equipa el dormitorio con soluciones de almacenaje de fácil manejo y acceso para ellos: percheros y colgadores a su altura, baúles de apertura segura, cajas y cestos para clasificar los juguetes, etc. Hay muchos elementos para elegir.

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Paredes siempre perfectas

Aunque es una tarea que solemos pasar por alto, limpiar las paredes en el cuarto de los niños será más necesario que en otros espacios de la casa. Por eso, piénsatelo bien antes de elegir el revestimiento.

La pintura es buena idea para decorar las paredes, pero compra siempre una resistente a las manchas y que sea lavable. Una idea práctica es instalar un friso de madera en la parte inferior de las paredes, ya que es más fácil de limpiar y no se estropea fácilmente.

Si lo que te gusta es el papel pintado, no renuncies a él por miedo a las manchas. Existen diseños infantiles que son una delicia. Solamente has de hacerte con un papel de calidad, grueso y lavable. Los papeles pintados vinílicos son perfectos para zonas difíciles, ya que soportan la humedad y pueden limpiarse sin problemas con una esponja humedecida en agua y jabón.

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La importancia de un suelo impecable

Los niños se pasan las horas jugando en el suelo y, por tanto, es una de las superficies en las que debemos poner la atención a la hora de limpiar. Sobre todo si tienes un bebé que gatea sin parar.

Aspirar el suelo a diario (es mucho mejor que barrer) se convierte en una necesidad. También tendrás que fregar el pavimento con agua y jabón de forma habitual, aunque debes tener cuidado si el suelo es de madera, ya que un exceso de humedad podría deteriorarlo.

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Apuesta por la limpieza ecológica

Si hay un lugar en la casa donde se hace necesaria una limpieza natural y poco agresiva es en el cuarto de los más pequeños. Aquí está totalmente desaconsejado utilizar productos químicos, por lo que conviene apostar por otros de tipo ecológico que resulten inocuos para nuestra salud y la de los niños, y respetuosos con el planeta.

Emplea jabones neutros e ingredientes caseros como el vinagre. Y si necesitas desinfectar superficies hazlo con lejía diluida en agua que no deja residuos (si la utilizas de forma correcta).

En caso de que prefieras usar un desinfectante comercial, revisa la información del fabricante para asegurarte de que no es tóxico y, si tienes dudas, aclara con agua después de utilizarlo.

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7/9 © Lorena Canals

Textiles a prueba de niños

Los elementos textiles son uno de los recursos a tu alcance para decorar cualquier espacio de la casa, incluidos los dormitorios infantiles. Y a la hora de escogerlos no conviene fijarse solamente en el diseño y los colores. Es fundamental decidirse por telas de calidad, que te ofrezcan prestaciones interesantes.

Para empezar deben ser fáciles de limpiar porque de lo contrario te arrepentirás por muy bonitos que te parezcan. Cortinas, estores, cojines, colchonetas, alfombras… Todo puede acabar muy sucio si está en el cuarto de los niños.

Elige telas resistentes, que puedan lavarse a máquina sin estropearse. Incluso puedes optar por tejidos con tratamiento antimanchas.

En cuanto a las alfombras, opta por modelos lavables en lavadora como la de la foto, que es de la firma Lorena Canals.

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8/9 © Steiff

Juguetes limpios y seguros

El polvo será el gran enemigo en lo que atañe a la limpieza de los juguetes, por lo que tendrás que combatirlo a golpe de trapo y plumero (elige uno de microfibra que atraiga las partículas de polvo y no las disperse por el ambiente).

Repasa los juguetes con un paño humedecido en una solución jabonosa y deja secar.

En cuanto a los peluches, lávalos con frecuencia en la lavadora, en un programa delicado (para que no sufran) y sin añadir suavizante si son para bebés (para evitar alergias y dermatitis).

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9/9 © H&M Home

¡Vamos a la cama!

Para cuidar correctamente la ropa de cama de los niños lo primero que hay que hacer es elegirla con acierto: apuesta por sábanas y colchas de algodón 100%, más naturales y transpirables.

Lo ideal es cambiar las sábanas cada semana, y antes si se manchan. No te olvides de lavar colchas, edredones y almohadas cada dos o tres meses.

También tendrás que limpiar el colchón, aspirándolo una vez cada quince días. Es fundamental que lo protejas con una funda para evitar las consecuencias de posibles “accidentes”. Hoy existen en el mercado fundas impermeables que, además, son transpirables.

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