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Esta Navidad será única y diferente. No tienen cabida las cenas y comidas de todos los años, con toda la familia sentada alrededor de la mesa. Sin embargo, y aunque nos reunamos solo unos pocos, nos tendremos que esforzar por preparar un menú especial, por preservar nuestras tradiciones en lo posible y por tratar de hacer felices a los que nos rodean. Al final, seguro que te gusta cocinar para los tuyos.

Con las ideas y trucos que te contamos ahora las tareas culinarias serán mucho más sencillas y disfrutarás más de las celebraciones navideñas.

 

Planificar, la clave del éxito

La organización es la clave, ya sea para acometer un proyecto laboral muy importante o para preparar la cena de Nochebuena. Y como lo sabemos bien, el primer consejo que podemos ofrecerte es que no dejes las cosas para el último momento.

Si este año vas a ser tú quien prepare los menús navideños, comienza a pensar con tiempo qué platos vas a incluir en ellos. Esto te permitirá comprar con la suficiente antelación, en especial aquellos alimentos que merezca la pena congelar. Una vez sepas qué vas a cocinar, podrás hacerte con todos los ingredientes necesarios.

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La cocina, limpia y ordenada

Si el escenario en el que vas a realizar las tareas culinarias está en orden, todo será mucho más fácil. Por eso conviene dedicar un tiempo, antes de los días señalados, a limpiar y ordenar la cocina. Revisa tu agenda y reserva un tiempo para hacerlo.

Tendrás que despejar la encimera y guardar todo aquello que no vas a necesitar, como pequeños electrodomésticos que utilizas cada día. Deja a mano los utensilios de cocina que sí te harán falta: cazuelas, ollas o bandejas de horno, la batidora, etc.

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Revisa la despensa

Unos días antes del día de Navidad, o cuando vayas a celebrar la comida o cena de fiesta, tendrás que organizar la despensa. Ya sabes que esta es una tarea que ha de llevarse a cabo de forma periódica, ya que el orden en este tipo de espacios no suele mantenerse para siempre.

Para darle un buen repaso reserva un par de horas en tu plan de tareas domésticas y ve revisando todo lo que tienes en estantes y armarios.

Fíjate en las fechas de caducidad y deshazte de lo que esté caducado. Al mismo tiempo, ve fijándote en lo que falta y confeccionando la lista de la compra.

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Soluciones para cocinas pequeñas

Cocinar para toda la familia puede convertirse en todo un reto si tu cocina es pequeña. Para tratar de combatir la falta de espacio puedes llevar a cabo un par de tácticas efectivas.

Tendrás que despejar la encimera y guardar todo aquello que no vas a necesitar, como pequeños electrodomésticos que utilizas cada día. Hazlo antes de ponerte manos a la obra con el menú.

Deja a mano los utensilios de cocina que sí te harán falta: cazuelas, ollas o bandejas de horno, la batidora, etc. Y procuro que todo esté limpio y listo para usar.

¿Necesitas más encimera? Hazte con una mesa auxiliar para poner en un rincón de la cocina y contarás con un espacio extra muy valioso en estas ocasiones. 

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Prepara la zona de lavado y reciclado

Antes de empezar con las tareas de cocinado propiamente dichas, es importante que revises el lavavajillas y lo dejes limpio, listo para acoger cazuelas y platos sucios. Podrás ir colocando los utensilios según cocinas y evitarás que se acumulen los cacharros sucios en el fregadero.

Y lo mismo ocurre con los cubos de la basura y reciclaje. Si son pequeños, busca contenedores auxiliares para el vidrio o los envases.

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La nevera, impecable

Unos días antes de la fecha señalada, es conveniente prestar atención a la nevera. Procura que el interior del frigorífico esté en buenas condiciones y, si es necesario, límpialo a fondo.

Utiliza vinagre diluida en agua para repasar bien las paredes, las baldas y bandejas. Además de limpiarlas a fondo es un buen remedio para acabar con los malos olores de la nevera.

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Organiza el frigorífico

Mantener el orden en la nevera es uno de los requisitos que has de cumplir para que las tareas culinarias resulten más sencillas. Tienes que saber lo que tienes y lo que no, lo que te falta, lo que has de consumir primero, etc. Si vas llenando la nevera sin orden ni concierto perderás mucho tiempo buscando ingredientes.

Una buena idea es guardar los alimentos en recipientes con tapa. Conviene que sean cuadrados, ya que ocupan menos espacio y se apilan mejor.

Otra idea práctica es reunir en la misma zona de la nevera los ingredientes que vas a necesitar para cada preparación.

Un día antes de la celebración piensa en los alimentos que has de descongelar, si es que lo necesitas, y no te olvides de hacerlo de la manera correcta.

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Traza un plan para las tareas culinarias

A la hora de preparar un menú, hay determinadas tareas que se pueden realizar con antelación. Eso te servirá para liberarte un poco el mismo día de la comida o de la cena.

Puedes dejar listo el plato principal o, incluso, parte de los entrantes, para que el día de la fiesta puedas estar más tranquila y ocuparte únicamente de rematar los platos.

Los guisos de carne, por ejemplo, se pueden preparar el día anterior. Y algunos asados, perfectos para Navidad, también se pueden dejar preparados, listos para dar el último golpe de horno y calentar la salsa.

Y lo mismo sucede con el postre. Para no liarte demasiado, lo mejor es elegir una receta que puedas elaborar el día de antes: una tarta, un pudin, el tronco de Navidad o el roscón de Reyes. Todos estos postres quedan perfectos de un día para otro.

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Las bebidas, bien frías

El día de la celebración necesitarás espacio en el frigorífico para mantener las bebidas frías, y eso puede ser un problema. Para solucionarlo puedes hacerte con una nevera portátil, de las que utilizamos en las excursiones, y llenarla de hielo para enfriar el cava, los refrescos, las cervezas, etc. Incluso te puede servir un cubo grande. Para servir las bebidas necesitarás una cubitera.

 

Un consejo

¡Que no te falte el hielo! Lo necesitarás para los licores de la sobremesa, por ejemplo. Si tu congelador no produce cubitos con la suficiente rapidez, siempre puedes comprar una o dos bolsas en el súper.

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