1/11 © Fantastic Frank

Facturas elevadas de gas, vecinos a los que escuchas como si estuvieran contigo en el dormitorio, las ganas (casi una necesidad) de tener una terraza, un salón en el que apenas entras o, simplemente, ganas de un cambio. Parece que tu casa y tú no estáis hechas para estar juntas, especialmente en estos momentos en los que os veis obligadas a pasar más tiempo juntas. Sin embargo, antes de mudarte a la vivienda de tus sueños, da una segunda oportunidad a la de siempre porque con nuestras ideas de decoración, que no implican grandes obras, no solo parecerá otra, mucho más actual y cómoda, sino que también reducirás la factura del gas o la luz.

 

1. Problema de metros

La falta de metros cuadrados es una variable habitual, incluso en las viviendas modernas, y es aquí donde entran en juego las distribuciones abiertas con “divisiones que no llegan al techo y elementos, como puertas o tabiques de cristal, que crean ambientes (no contenedores). Eso sí, no se trata de tirar un muro y quitar la puerta, es preciso que no se mezclen y no compartan recorridos”, aconseja el arquitecto Juanjo Pérez-Olaya.

Relacionado: ¿Cuántos años dices que tiene tu casa? ¡Esto es lo que te toca reformar!

2/11 © Jose Hevia y Jordi Folch

2. Techos demasiados altos

En los que todo parece desangelado y parece que siempre hace frío, al menos visualmente: “Puedes pintarlo de oscuro, bajando el color unos 20 cm por las paredes, o empapelarlo, logrando acercarlo ópticamente y, además, darle un protagonismo muy especial y diferente. También puedes colocar unas molduras por todo el perímetro de la estancia, con iluminación dentro, dirigida hacia abajo. De esta manera, quedará más oscuro y dará la sensación de que está más bajo de lo que realmente está”, aconseja la interiorista Virginia Sánchez, co-presentadora del programa ‘Reforma y sé feliz’ de Decasa. Un detalle, cambia los interruptores (estos de Gira), para dar un toque personal y atrevido a la iluminación. 

 

3/11 © Kvik

3. La cocina y el baño: los puntos débiles

Normalmente porque son pequeños, oscuros y no tienen sitio para guardar. Como tampoco se trata de hacer una reforma integral, aunque en algunos casos no habrá más remedio, lo ideal es hacerles un lavado de cara, que les dé otro aire, a ser posible con olor a nuevo. Puedes pintar los azulejos, poner un suelo vinílico en un día, empapelar una pared, cambiar los frentes de armario o incorporar accesorios de moda, como un radiador toallero, o algún práctico módulo auxiliar, como un carrito con ruedas.

Relacionado: ¿Quieres estrenar cocina y no tienes ganas de hacer obra? Estas 12 ideas te dicen cómo

 

4/11 © Rehau

4. Un mal aislamiento

Que hace que entre el frío y el ruido por las ventanas. Cambiar las ventanas puede suponer un gran desembolso, pero a la larga lo agradecerás y lo rentabilizarás, ya que no solo influyen en el confort térmico y acústico, sino que también se notan en la factura, incluso en las de verano. A la hora de elegirlas, fíjate en la perfilería y los cristales, pero también en el sistema de apertura y la protección que llevan (contraventanas, persianas…).

Relacionado: ¿Por qué necesitas cambiar las ventanas y qué ganas con ello? ¡Prepara tu casa para el frío!

5/11 © Bruguer

5. Sin espacio para guardar

El número de armarios es una de las cosas que más preocupa porque, aunque intentes poner en marcha los consejos de Marie Kondo y el resto de gurús del orden, tus cosas parecen multiplicarse cada día. Además, está próximo el ‘Black Friday’ y tienes el ojo echado a un nuevo abrigo… Para hacer que el espacio para guardar se multiplique solo tienes que usar la imaginación y aprovechar cada centímetro que tengas. ¿No nos crees? Piensa en ese altillo ‘abandonado’, haz una librería en el pasillo con estanterías de poco fondo y en el color de las paredes, para que resulten más ligeras, compra un canapé abatible para tu cama, con un espacio de 150 x 200 cm para guardar, o pon baldas en la cocina en el hueco entre la ventana y la nevera, por ejemplo. Y, por supuesto, deshazte de todo lo que no usas y haz revisión en tu despensa.

Relacionado: Cómo y dónde puedes ganar un armario extra en casa

6/11 © Ikea

6. Cada vez es más incómoda

Y cuenta con ‘obstáculos’ que impiden que te puedas mover sin tropezarte o frenan el paso de la luz. Prueba a mover los muebles de lugar y dar una vuelta al salón, por ejemplo. “Son buenos ayudantes el mobiliario polivalente, que sirve para todo, como un sofá cuyo brazo rígido hace las funciones de mesa auxiliar, o las piezas bajas, que delimitan sin recargar y pueden también cumplir dos funciones, como una estantería sin trasera que separa el salón del comedor”, apunta Pérez-Olaya.

Relacionado: 10 maneras de colocar el sofá y aprovechar mejor el espacio del salón

7/11 © Stadshem

7. Pierdes mucho espacio en pasillos

Son un clásico de las viviendas antiguas, pasillos infinitos donde tus hijos juegan al fútbol y tú gastas una fortuna en iluminación. “Elimina divisiones y puertas que dividen espacios de manera innecesaria, no aportan nada y sólo sirven para dar sensación de ahogo y de espacios empequeñecido, como recibidores con muchas puertas que dan a pasillos o accesos dobles a estancias. Estos ‘dobles accesos’ son necesarios en salones de paso, por ejemplo, pero para el resto, mejor elimina puertas y deja vanos abiertos, para multiplicar sensiblemente la amplitud de los espacios”, cuenta Virginia Sánchez.

Relacionado: Cómo aprovechar las posibilidades decorativas del pasillo de tu casa

8/11 © Maisons du Monde

8. No te gusta (casi) nada

Pensabas que estabais hechas la una para la otra, pero la verdad es que lo que te rodea no tiene nada que ver con tu yo actual. Tiene fácil solución, desde una capa de pintura por aquí, con los tonos tierra y beis que vienen pisando fuerte este invierno, hasta una nueva alfombra que personaliza y transforma tu salón o un coqueto sillón de diseño que hará que suba el nivel del espacio. La decoración de interiores te ofrece un amplio abanico de soluciones que se ajustan a cada presupuesto.

9/11 © Stadshem

9. No se adapta a tus (nuevas) necesidades

Ni a la nueva normalidad, que implica trabajar (y estudiar) en casa. Di sí “a los espacios polivalentes que permiten trabajar desde casa, de manera que la familia no interfiera en el trabajo y que el que trabaje no les moleste a ellos. Otra necesidad que se ha detectado es habilitar en la entrada un espacio donde dejar la ropa que viene del exterior y la mascarilla, manteniendo las condiciones higiénicas en el interior. Otras ideas, como despensas XL para almacenar más cantidad de comida o grandes ventanales para que acceda luz al interior de la vivienda, son otras opciones de cambio”, señala Isabel López Vilalta del estudio ILV+A.

10/11 © KA International

10. Techos muy bajos

Que parecen encoger el espacio. “Si tus techos no son muy altos y quieres dar mayor sensación de amplitud, puedes instalar una luz perimetral que alumbre hacia arriba. Puedes hacerlo de obra, instalando una candileja, o bien con unas sencillas molduras colocadas en la pared a unos 10-15 cm del techo y en cuyo interior se instala una tira de led. De esta manera, no sólo conseguirás el efecto de mayor altura cuando enciendas la luz, si no que además conseguirás una iluminación uniforme y muy acogedora. Otra buena idea es colocar también las cortinas lo más pegadas al techo posible, y asegurarte de que no queden cortas. De hecho, si arrastran un poco, mejor”, explica Virginia Sánchez.

 

11/11 © Casa Decor

11. Quieres un jardín

O una terraza o un balcón pequeño. Es una cosa que siempre has querido, pero que ahora necesitas con urgencia. Aunque no se pueden hacer milagros, sí que podemos traer el exterior al interior de casa. Para lograrlo, diseña un rincón con muchas plantas y flores, como esta propuesta de Pia Paisajismo que hemos visto en Casa Decor; sustituye tu sillón de lectura por un columpio de fibras naturales, da ese toque ajardinado a tu salón mediante una decoración marinera o con muebles que valen para fuera y dentro, por ejemplo, o busca la ayuda de un papel pintado con motivos vegetales. Sabemos que no es lo mismo, pero se parece.

Relacionado: Claves para crear un jardín vertical en la terraza o en el interior

Más sobre: