Nos encanta el papel pintado. No hay revestimiento más especial, decorativo y elegante para las paredes de toda la casa. Sin embargo, con el paso del tiempo se estropea y necesitamos cambiarlo; o simplemente queremos explorar nuevas tendencias.
Si alguna vez te has enfrentado a la tarea de retirar el papel pintado viejo sabrás que requiere de tiempo y esfuerzo. Sin embargo, existen técnicas y procedimientos que facilitan la labor. ¡Descúbrelos!
Mil razones para elegirlo
El papel pintado tiene un sinfín de ventajas que nos empujan a colocarlo en nuestras paredes y disfrutar de él. Además de su gran potencia decorativa, que nos cautiva sin remedio, se trata de un revestimiento práctico y bastante resistente. De hecho, y al contrario de lo que pueda parecer, en ocasiones se limpia mejor que la pintura (depende del tipo que elijas).
Por otro lado, el papel pintado te ayuda a dar volumen a los espacios, a hacerlos más dinámicos, a dotar de protagonismo a ciertos planos y conseguir que otros pasen inadvertidos.
La gran variedad de diseños, colores y estampados es otra de sus virtudes. Puedes elegir patrones geométricos, motivos botánicos y vegetales, diseños que imitan otros materiales, etc. Un sinfín de ideas geniales que podrás hacer tuyas.