En Navidad, junto con el Belén, el árbol es la estrella del salón y de cualquier rincón donde lo pongas. Repleto de color o monocromático, grande o pequeño, tradicional o atrevido. ¿Cómo es tu árbol soñado? Te damos ideas para montarlo y decorarlo para que quede de revista pero también consejos prácticos para elegirlo según dónde lo vayas a colocar.
Lo primero, cuestión de medidas
Aunque a todos nos encanta la imagen del gran árbol de Navidad que llega hasta el techo y llena todo de magia, hay que ser realistas a la hora de elegir el árbol. Puede ser artificial (deberás pensar dónde guardarlo cuando pasen las fiestas) o natural (lo cuidas, lo disfrutas y luego lo replantas). Pero es importante que sepas dónde lo pondrás y elijas un tamaño adecuado al espacio.
Hay árboles de todos los tamaños, hasta en versión mini para que luzcan sobre un mueble. Así que todas las casas pueden tener un árbol de Navidad. Piensa que no debe entorpecer porque serán bastantes días los que estará en casa. Si lo pegas a un rincón o esquina, te asegurarás que no entorpece y, además, a la hora de decorarlo, la parte menos vista puede quedar sin decorar (ahorras en adornos).
Solo dos apuntes más a tener en cuenta sobre la ubicación del árbol de Navidad en casa: si es artificial y quieres que tenga luces, piensa que deberás tener un enchufe cerca y así evitarte cables de alargadores en medio. Y si es natural, evita que quede muy pegado a un radiador o fuente de calor.
Empieza por las luces del árbol
Un árbol de Navidad puede decorarse solo con luces o, además, añadirle otros adornos. En el orden correcto para montar y decorar el árbol, después de abrir cada rama en el caso de los árboles artificiales, es colocar la guirnalda de luces. Debes comprar un diseño de tamaño adecuado a la altura de tu árbol. Te puede ayudar usar un trozo de lana o cordel con el que rodear el árbol como si se tratara de una guirnalda. Así tendrás la medida aproximada que necesitas y podrás comprar la guirnalda con seguirdad.
Empieza por la base del árbol hacia la copa. Enrolla la guirnalda en las ramas, abarcando todo el perímetro. Otra opción si el árbol queda pegado a una esquina es centrarte en la parte vista, sin rodear el árbol con la guirnalda, sino en zigzag en la parte delantera y laterales. Cuando tengas las luces, enciéndelas para comprobar que están repartidas y no queda ninguna rama sin ellas.
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Los adornos del árbol de Navidad
Una vez que ya está la guirnalda de luces colocada, empieza a montar los adornos en las ramas del árbol. Empieza también desde la base hacia arriba. Ve distribuyendo los adornos por tipo y salteados (es decir, primero las bolas de un color, luego las estampadas, más tarde las estrellas…). Así irás cubriendo los huecos y quedará variado el conjunto. Las bolas o adornos de mayor tamaño se colocan en la parte inferior del árbol y más pequeños según se asciende a la copa. Esto es porque las ramas de la parte superior son m,ás pequeñas y soportan menos peso. Muchas veces no dejan que "cuelguen" los adornos sino que si son grandes quedan "apoyados". Pero también depende del adorno porque los hay grandes pero ligeros que bien situados pueden cubrir un hueco entre ramas abiertas.
Una buena idea es elegir un día para montar juntos en familia el árbol de Navidad y que hasta los más pequeños disfruten del momento.
Árboles con adornos para todos los gustos
Aunque ahora veremos ideas para coger inspiración a la hora de encontrar el estilo del árbol de Navidad, se trata de buscar el equilibrio en una composición que te guste. ¡Pero hay muchas opciones! Desde árboles muy racionales con dos o tres tipos de adornos o colores que llenan todas las ramas a los más divertidos o caóticos, repletos de color y con adornos muy diferentes. Y todas las formas de decoración son válidas. Se trata de que te sientas identificado. Puedes reaprovechar adornos, hay quien cada año compra uno y lo añade, otros tienen bolas do it yourself con las manos estampadas de los peques de la casa…
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El pie del árbol
Es un detalle importante a la hora de decorarlo. No dejes las patas vistas porque desvelan que no se trata de un árbol natural. Coloca un cubrepie de mimbre, como el de la imagen, o de tela. También puedes enrollar un retal de tela con motivos navideños o una manta, buscar un macetero o cesta de fibra o colocar regalos en la base.
Y en la copa del árbol…
Que no falte un remate. Tradicionalmente se coloca una estrella, pero también se puede sustituir por cualquie otra figura o un lazo. En este caso el árbol sale del salón y se ubica en una zona de paso, otro lugar muy apropiado. El recibidor o un descansillo o distribuidor de la casa es una opción bonita para decorar con un árbol. Aquí la altura del techo, aprovechando el tiro de la escalera permite que el árbol sea alto. El blanco y el dorado con los tonos que se combinan, con sencillez, y bolas, estrellas o adornos de papel tipo origami.
En rojo, el color de la Navidad por excelencia
Este árbol combina el color más tradicional, el rojo, con motivos más desenfadados y divertidos. En la copa, un gorro de Papá Noel sustituye a la estrella. Y entre las bolas se cuela también algún que otro duende. ¡No tengas miedo a mezclar! Puedes combinar bolas de Navidad más sencillas con otros adornos más llamativos. De hecho, así equilibrarás. Deja que los niños conviertan sus muñecos preferidos en adornos colgantes. Seguro que se divertirán.
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La versión mini
Perfecta para colocar sobre un mueble, este árbol de Navidad es pequeño pero bonito a partes iguales. Se decora con sencillez y es un ejemplo de lo fácil que resulta acertar sin hacer una gran inversión. El acierto es elegir tonos neutros para todos los adornos y aportar diferentes texturas con las bolas. No faltan las luces (son casi imprescindibles para montar con encanto un árbol de Navidad). Tienes guirnaldas de alambre que pasarán casi inadvertidas entre las ramas y que funcionan con pilas para que no tengas que estar pendiente del enchufe. Cubre la base del abeto con un cesto ¡y listo!
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Un árbol mediano y sencillo
Luces, algunas bolas de Navidad y adornos textiles combinados con la manta de pelo largo que cubre el pie del árbol. Ni grande ni pequeño, así es esta composición. El árbol tiene un tamaño adecuado para prácticamente cualquier rincón. Es una buena opción para decorar el salón pero también un espacio más pequeño como un recibidor. La tendencia natural que decora con adornos de madera, motivos inspirados en el bosque y en la naturaleza sigue en auge esta temporada navideña. Combinada con cristal, este le aporta brillo y cierta. sofisticación para los que no quieren renunciar a nada.
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Cuadros y acebo
No fallan estos dos conceptos usados para decorar el árbol de Navidad: adornos textiles acabados a cuadros (también denominado tartán) y las tan conocidas bolitas rojas del acebo. El restultado es muy navideño, tradicional y acogedor. Aquí, los adornos en color blanco aportan luminosidad al conjunto. ¡Toma nota!
Un árbol en tonos azulados y grisáceos
Si amarillos y rojos encajan con luces cálidas, los azules, perlados, grises y blancos se llevan bien con las luces más blancas y azuladas. Son composiciones para decorar el árbol de Navidad que se inspiran en los paisajes más fríos y helados. Es frecuente que los motivos que aparezcan combinados con las bolas sean los copos de nieve, los osos polares, pingüinos… Mientras que los tonos tradicionales se mazclan con dorado (también quedan bien los tonos neutros y empolvados), estos más actuales lo hacen con plateado y nácar.
Colores suaves y empolvados
Es otra de las opciones que tienes para adornar el árbol de Navidad: optar por una combinación soft, basada en tonos suaves, dorado, nárcar, rosa empolvado, azul aguamarina… No falta el cristal y las guirnaldas de luces. Este estilo decorativo, tan delicado, es para los que huyen de la tradición pero no quieren prescindir de árbol. Puedes incorporar alguna guirnalda de plumas o cintas y lazos de tercioplelo, si te apetece un aire más romántico.
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Sin complicaciones: solo bolas
Bien porque te guste la sencillez, no te atrevas a mezclar y combinar adornos o quieras ahorrar, la decoración de este árbol de Navidad es vistosa y cumple todos estos requisitos. Combina bolas de diferentes acabados, aquí en rojo y cristal, algunas lisas y otras con motivos estampados. Se cuela alguna vela (son guirnaldas acabadas en forma de vela que funcionan con LED y toda la seguridad).
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¡Un árbol de Navidad sin hojas!
Solo ramas, desnudas. Esta versión minimalista es natural y original al mismo tiempo. Puedes tener tu árbol (muy ligero visualmente) con solo recoger una rama caída que te encuentres en el campo, por ejemplo. Deberás colocarla en una maceta con peso y fijada para que quede recta. Luego solo tendrás que colgar adornos de sus ramas. Estos quedarán mucho más expuestos a la vista. Si lo tuyo son los árboles diferentes, echa un vistazo a este tema.
Cada árbol, una personalidad
Y si pensamos en diseños de árboles de Navidad originales y únicos, entonces los diseños do it yourself se sitúan en lo más alto del podio. Las mentes más creativas ven soluciones en cualquier objeto, como esta escalera de madera, típica de pintor, convertida en árbol navideño. Cualquier planta puede convertirse temporalmente en un abeto, puedes crear con listones de madera un árbol, realizar conos con luces, optar por un diseño plano y vertical de pared…
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