La casa que Gisele Bündchen y Tom Brady venden en Chestnut Hill (Massachusetts) es tal y como te imaginas: con mucho jardín (20.000 metros cuadrados de terreno), un huerto para consumo propio, una sala de yoga y una decoración 'slow', que combina lo contemporáneo con el rústico más 'chic'. Aunque ideal, parece ser que la popular pareja está buscando una nueva vivienda en Nueva York, pensando en la cercana retirada del deportista, a pesar de que acaba de renovar su contrato con su equipo.
La casa, construida en 2015 por el arquitecto Richard Landry, que ha edificado entre otras, la mansión de Kourtney Kardashian, en colaboración con el estudio de interiores Joan Behnke & Associates, encaja a la perfección en el estilo de la familia Brady-Bündchen, ya que posee un entorno privilegiado y apuesta por un ‘look’ contemporáneo, con algún toque rústico, que se integra a la perfección en el impresionante jardín. El hall de entrada, que da la bienvenida al visitante, da pistas sobre el estilo decorativo del resto de la vivienda.
La primera planta alberga el salón, el comedor, un despacho, una cocina con comedor de diario y esta sala familiar de techos altos con vigas de madera y chimenea. Una gran escalera conduce al segundo piso, en el que se han ubicado los cinco dormitorios. Mientras que en el inferior se encuentran la bodega, un gimnasio con spa, una sala de juegos y un cuarto de baño.
El comedor principal, que se comunica con el salón, se ha dispuesto alrededor de una mesa redonda, con capacidad para seis comensales, situada bajo un gran rosetón en el techo, que lo delimita visualmente en el ambiente. Decorado en tonos claros, las sillas se han vestido con elegantes fundas, un detalle que aporta un toque sofisticado al conjunto.
La decoración del despacho aúna funcionalidad y estética, con una gran mesa de trabajo y un precioso sofá de terciopelo verde. Llaman la atención las cortinas y estores de cuadros, que aportan, junto con la chimenea, un plus de calidez.
La luminosidad es uno de las señas de identidad de la residencia de la modelo, como se aprecia en este estar. Mientras la luz natural se cuela a través de los grandes ventanales, la artificial se configura mediante espectaculares lámparas de techo, apliques de pared, como los que enmarcan la chimenea, y luminarias de apoyo, como las del interior de la librería.
La cocina blanca, amplia y luminosa, apuesta por un ‘look’ campestre, lleno de encanto, que actualiza el estilo rústico, adaptándolo a los hábitos actuales. Una gran isla central con taburetes, muy práctica para desayunos y comidas informales, pero también como superficie de trabajo, se erige como protagonista del espacio. Destaca también la cocina, réplica de las que se usaban antiguamente, en la que cocinan, además del chef de la familia, Tom y los niños. Algo que conocemos gracias a las tiernas escenas haciendo galletas que publica la modelo en Instagram.
Está claro que si algo destaca en la residencia de la popular pareja es la luz. En este comedor de diario, el techo abierto y los grandes ventanales con cuarterones negros, dejan que el sol se cuele por la estancia, transmitiendo toda su vitalidad. Para mantener la conexión con el exterior, las sillas son de fibras vegetales.
Si la edificación principal resulta espectacular, la casa de invitados, con 220 metros cuadrados, derrocha encanto, tanto por dentro como por fuera. Inspirada en un granero, cuenta con un cuarto de baño, un dormitorio y un inmenso estudio de yoga, una disciplina muy importante para la modelo brasileña, ya que, tal y como ella misma confesó, el yoga, la meditación y la alimentación saludable son sus tres hábitos clave para sentirse bien, por dentro y por fuera.
La sala de yoga resulta cálida y luminosa, gracias al techo y al suelo de madera, los colores neutros y las paredes, que se abren para optimizar la circulación del aire, proporcionando una atmósfera ideal para este deporte, que la modelo, sola o en familia, practica, regularmente, tal y como muestra en las redes sociales.
El exterior es tan impresionante como la mansión. Con altos árboles, que proporcionan sombras, plantas y flores, cuenta, además con un rincón donde se cultivan hierbas aromáticas y distintas verduras. La pareja y sus tres hijos apuestan por un estilo de vida saludable, con una alimentación orgánica, basada principalmente en el consumo de verduras y vegetales. La piscina, que no está a ras del suelo, se integra a la perfección en el entorno.