Y es que no hay que olvidar que la prevención es el mejor tratamiento para evitar la sequedad ocular. En este sentido, una buena higiene ocular, el uso de lentes desechables o utilizar deshumidificadores..., entre otras precauciones, son algunas de las medidas preventivas recomendadas por los profesionales de esta corporación oftalmológica. Por ejemplo, se pueden seguir estas útiles recomendaciones:
Higiene ocular, tanto de la zona del ojo como de las manos. Siempre antes de tocar el ojo es imprescindible lavarse las manos para evitar posibles bacterias e incluso el contacto con agentes químicos.
Es recomendable el uso de lentes desechables ya que disminuye el riesgo de suciedad en los estuches.
No frotarse el ojo ante la sensación de arenilla, se podría provocar lesiones graves. Lo mejor es lavarse con agua o utilizar algún colirio.
Evitar el viento y las corrientes de aire como el aire acondicionado. El aire reseca el ambiente por lo que se aconseja colocar un humidificador o un recipiente con agua para que evapore el agua y se mantenga la humedad del ambiente en un nivel adecuado.
Las revisiones anuales de carácter rutinario pueden prevenir, además de detectar a tiempo cualquier patología ocular.
Parpadear de forma frecuente para mantener el ojo humedecido.
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