El ahora de Genoveva Casanova, la bella mexicana que conquistó a los Alba
Sus aficiones, sus hijos, su estilo de vida...
Sorpresa tras sorpresa es lo que nos ha deparado, cada semana, el programa Mask Singer. Desde que en el estreno del concurso televisivo descubriéramos, para nuestro asombro, a Georgina Rodríguez tras la máscara del león, los espectadores no han dejado de especular con los rostros que podían esconderse dentro de cada una de ellas, para lo que tenían muy presente las pistas que los personajes iban dando. Este miércoles, la sorpresa de investigadores y audiencia ha sido mayúsculo al descubrir que dentro del caniche se encontraba la mexicana Genoveva Casanova
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Durante su paso por Mask Singer, se ha atrevido con un tema de ABBA, Mamma Mía, Don't cha de The Pussycat Dolls, No me acuerdo de Thalia o Sweet Child O'Mine, de Guns N' Roses, entre otros, mostrándonos así una nueva faceta de su vida que no conocíamos. Además, detalle a detalle, la belleza que conquistó en su día a los Alba -estuvo casada con Cayetano Martínez de Irujo, con el que tiene dos hijos en común, Luis y Amina- ha ido desvelando aspectos de su personalidad y episodios de su vida, como que vivió un terremoto (en México, en 1985)
Así, Genoveva Casanova puso al descubierto que adora su "lado callejero: me encanta ir en chándal, ponerme una coleta y estar en la calle con mis amigas". Precisamente entre esas personas que forman parte de su círculo más cercano se encuentran Patricia Cerezo, mujer del presentador Ramón García, o Paloma Cuevas. Con ellas comparte planes, diversión, eventos de toda índole, conciertos, viajes y confidencias
Viajera incansable, ha compartido imágenes de muchos de esos destinos en los que ha estado, como Tailandia, Rusia, Nepal -donde realizó su primera misión humanitaria con ACNUR en los campamentos refugiados en el año 2007-, Vietnam o el Amazonas. Ya sea sola, junto a sus hijos o acompañada de amigas, Genoveva Casanova intenta, siempre que puede, escaparse a algún rincón del planeta del que traer consigo numerosos recuerdos
Pero si hay un lugar en el mundo en el que la mexicana es feliz, ese es la India, tal y como ella misma indicó en Mask Singer. Desde luego, la India es el que "más me ha alimentado el alma", según reconocía a sus seguidores el pasado mes de octubre junto a una fotografía del célebre Taj Mahal, una pista que por aquel entonces solo unos pocos pudieron interpretar
"A mí lo que me gusta es hacer fotos a todo lo que veo y soy feliz enseñando mi arte a mis amigos caninos", comentaba durante su paso por el concurso. Dejaba claro de este modo otra de sus pasiones: la fotografía. Sus seguidores son testigos, de hecho, de lo bien que se le da inmortalizar no solo monumentos o rincones de todo el mundo, sino momentos pertenecientes a su vida cotidiana
A la mexicana también le encanta el arte. Acostumbrada a contemplar durante años la gran colección de los Alba, Genoveva Casanova no pierde ocasión para asistir a exposiciones. Al Gugghenheim, en Bilbao, por ejemplo (en la imagen con Patricia Cerezo). Una de las últimas a la que acudió fue precisamente la de Botero, en Madrid, y lo hizo junto a Jaydy Michel, mujer de Rafa Márquez y mexicana como ella
Gracias a la información que nos ha proporcionado, también hemos sabido cómo pasa su tiempo libre. Entre sus aficiones, destaca una sobradamente conocida: montar a caballo "y sentir el aire fresco golpeando mi hocico. Y para ser sincera se me da muy pero que muy bien". No es extraño encontrar instantáneas suyas en las que aparece rodeada de este animal, ya sea acariciándole, disfrutando de él junto a sus dos hijos o posando en sesiones de fotos. Cabe recordar que su exmarido es un afamado jinete
La madre de Luis y Amina es asimismo una apasionada del deporte y suele compartir sus sesiones de 'fitness', en especial de yoga. A sus 43 años, Genoveva Casanova suele practicar ejercicios de equilibrio, flexibilidad y concentración con esta disciplina originaria, cómo no, de la India, al tiempo que trabaja la tonificación muscular
Otra de las pistas que proporcionó en su día Genoveva fue que era una "caniche high-level. Siempre tengo que estar perfecta y todo tiene que estar en su sitio. Que si saludos allí, que te pongas allá, nunca puedo tener una arruga o un pelo fuera de su sitio, todo por si me hacen una foto", comentaba en aquel momento, dejando claro el ambiente aristócrata en el que comenzó a moverse cuando entró a formar parte de la familia Alba
Genoveva Casanova y Cayetano Martínez de Irujo se conocieron en el verano de 2000. Ella viajó a Andalucía con su hermana y coincidió con el jinete en un concurso hípico, Su noviazgo, discreto al principio, derivó seis meses después en un embarazo. Fueron padres el 25 de julio de 2001 de Luis y Amina y se casaron cuatro años después, un 15 de octubre, en Sevilla
Durante su relación y también posteriormente, la mexicana mantuvo una magnífica relación con la recordada Cayetana de Alba, madre de Cayetano. Ambas colaboraron en eventos benéficos y se dejaron ver en numerosos actos públicos, lo que evidenció su buena sintonía