El icónico hotel rosado de Ciudad del Cabo en el que se alojan Tamara Falcó e Íñigo Onieva

Mount Nelson, en el corazón de la ciudad y a los pies de la famosa Montaña de la Mesa, ha sido el exclusivo alojamiento elegido por la pareja para vivir su aventura sudafricana

Por hola.com

“El comienzo de un viaje tan dulce como la miel y de tanta belleza como la luna”. Son las palabras de Tamara Falcó para definir el inicio de su luna de miel en la bella Sudáfrica, donde han pasado unos días en Johannesburgo para trasladarse ahora a Ciudad del Cabo, la capital y una de las ciudades más bellas del país y más multiculturales del mundo.

Para alojarse allí han elegido el exquisito Belmond Mount Nelson (belmond.com), situado en el corazón de la ciudad y a los pies de la Montaña de la Mesa, con su icónico y reconocible tono rosa, pintado en este color en honor a la paz en el año 1918. Un alojamiento con historia que se respira desde que uno accede por la gran entrada que fue instalada en 1925 para dar la bienvenida al príncipe de Gales, o paseando por los jardines en los que John Lennon solía meditar, sentándose en los salones en los que lo hacía Winston Churchill -quien dijo de Mount Nelson que era uno de los "mejores establecimientos que había conocido"- o en la que fuera la mesa favorita de Nelson Mandela. Pinceladas de historia únicas que hacen que los huéspedes se sientan en un lugar especial.

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Entre sus fabulosas habitaciones y suites (hasta 198 con distintas tipologías) nos quedamos con las Garden Cottage Suites, unas cabañas que dan al jardín, combinando el encanto discreto con el lujo moderno, llenas de paz y privacidad. Las suites han sido decoradas con sofás de gran tamaño, chimeneas y espejos venecianos. Y para el lujo más exquisito la Presidential Suite, con impresionantes vistas Table Mountain, decorada por el interiorista Graham Viney con lujosas telas de seda y 1930 luminarias con cristal de Baccarat y un escritorio original de cuando abrió el hotel en 1899.

Para relajarse nada mejor que un paseo por los jardines, con Table Mountain como telón de fondo. En ellos se puede realizar un tour entre árboles centenarios, algunos con más de 170 años de historia. También descansar en la piscina, que aunque la temperatura máxima en estos días ronda los 17º, Mount Nelson cuenta con piscina climatizada, con lo que la temperatura exterior no es una excusa. O con un masaje relajante (para dos) en Librisa Spa, a base de tratamientos naturales.

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RENACIMIENTO CULINARIO

Para Tamara e Íñigo el capítulo gastronómico es importante y seguro que en Mount Nelson van a disfrutar. Este año el chef George Jardine, originario de Escocia, ha sido nombrado chef ejecutivo del hotel. Famoso por sus sabores sencillos en su cocina y sobre todo por Jardine Restaurant, abierto a su llegada a Sudáfrica en 2006, un restaurante que forma parte de los 50 Mejores Restaurantes del Mundo.

Para una experiencia gastronómica única la que ofrece The Red Room, donde el dublinés Liam Tomlin y el sudafricano David Schnider han creado un menú que encarna la filosofía panasiática, invitando a los huéspedes a un viaje por Oriente, que rinde homenaje a estas cocinas. Unas vieiras a la brasa con espuma de Tom Yum o unos bollos al vapor con cerdo estilo barbacoa coreana, un pato a la pekinesa o unos dumplings y tofu marinado serán algunas de las exquisiteces que la pareja y el resto de huéspedes podrán disfrutar.

EL TÉ DE LA TARDE

Una cita imprescindible en la escena social de Ciudad del Cabo desde hace más de 30 años es la hora del té en el Nellie de Mount Nelson, un ritual con más de 60 tés de hoja suelta que se acompañan con una lujosa selección de delicias dulces y saladas elaboradas por la chef pastelera Vicky Gurovich, como la tarta de leche sudafriacana, una exquisitez a la que es casi imposible resistirse.

AVISTAR BALLENAS Y NADAR CON PEQUEÑOS TIBURONES

Como otros visitantes, Tamara e Íñigo han disfrutado de alguna de las actividades marinas que se pueden realizar en la espectacular y cambiante costa del Cabo. Para explorar este mundo marino, Mount Nelson ofrece la oportunidad única de hacerlo de la mano del biólogo marino Justin Blake, especializado en tiburones y perteneciente a la The Rockhopper Fundation, que trabaja en la protección del entorno y en el fomento de los viajes con conciencia social, para proteger la salud de los océanos.

De junio a noviembre, temporada de avistamiento de ballenas en la que nos encontramos, es posible realizar la experiencia Whales, Wine and Helicopters. En estas fechas las ballenas bordean la costa para migrar y poder aparearse en aguas más cálidas. El vuelo permite contemplar la costa desde un helicóptero, a lo largo de la bahía de Walker, para dirigirse hacia el mejor lugar para el avistamiento: Hermanus. Después se aterriza en la finca vinícola de Hemel-en-Aarde Valley donde la sumiller Carolyn Martin guía al visitante en una cata de vinos personalizada seguida de un almuerzo para rematar la jornada.

Para descubrir la vida marina del Cabo la mejor opción es hacer una excursión en barco por los increíbles bosques de algas kelp -una de las maravillas subacuáticas naturales del mundo- con fascinantes cuevas marinas. Aquí se puede  practicar snorkel rodeados de pequeños tiburones (no entrañan peligro), peces, delfines, ballenas jorobadas y francas australes. Y todo acompañados de un biólogo experto que nos descubrirá los secretos de estos increíbles animales.

VISITAS A BODEGAS O ENCUENTROS CON PINGÜINOS

Más allá de las actividades marinas, Mount Nelson ofrece otras en tierra, como visitas a bodegas con catas y almuerzo incluido, excursiones por la ciudad en sidecar hasta conocer la maravillosa playa de Bloubergstrand –popular entre los aficionados al windsurf– o ir al encuentro de los pingüinos por las arenas blancas de Boulders Beach, donde incluso bañarse junto a ellos.

OTROS IMPRESCINDIBLES DE CIUDAD DEL CABO

Lo primero para tomar el pulso a la ciudad será subir -en teleférico o a pie- a Table Mountain. Las vistas desde allí son únicas. De vuelta a la parte baja hay que acercarse al barrio de Bo-Kaap, con sus casitas de colores, pasar por el puerto histórico Victoria y Alfred y el Jardín Botánico de Kirstenbosch, el más grande del mundo y en la lista del Patrimonio de la Unesco. También acercase a la isla Robben, en cuya prisión estuvo preso Nelson Mandela.

Seguro que Tamara Falcó e Íñigo Onieva se llevan como recuerdo de Ciudad del Cabo alguna de estas increíbles experiencias que formarán parte de esa luna de miel de tanta belleza de la que nos hablan.