En todo look de novia los detalles son muy importantes, porque de ellos se puede leer entre líneas. Capaces de transformar un estilismo al completo y de definir la personalidad de la novia, los accesorios pueden conseguir un resultado aún más favorecedor y pocos tienen tanta potencia visual como un velo o una mantilla. Elegir entre ambas opciones puede resultar complicado para muchas, pero cuando la mantilla es la escogida se abre todo un mundo de posibilidades acerca de cómo llevar esta joya tradicional. Existen múltiples formas de colocarla y hoy queremos desvelar las más bonitas.
Contaba a ¡HOLA! Novias Rosa López, responsable de atención al cliente en la emblemática casa sevillana Juan Foronda (experta en mantillas, mantos y mantones), que existen incontables maneras de lucir una mantilla, al igual que un velo y que es importante añadir a la lista el concepto de manto, un paso más en la mantilla, con mayor tamaño y más elaborado. Si tuviera que elegir la combinación ganadora para una boda, explicaba, lo tenía claro: “en mi caso prefiero un vestido de seda con escote barco, manga francesa y una cola de tres metros, junto a un manto de novia oval bordado a mano en seda natural y con un diseño floral”. Como esta referencia en la materia, son muchas las firmas y personalidades que han popularizado una forma de disponer este accesorio nupcial que difícilmente podremos olvidar.
- La curiosa historia que hay detrás del velo y la mantilla, dos clásicos del mundo nupcial