Ana Boyer se ha caracterizado siempre por su discreción, tanto a nivel personal como en sus elecciones de estilo. Los tonos neutros, los estampados menos llamativos y las siluetas clásicas (aunque estratégicas, para potenciar su figura) son aliados al vestir para la hija de Isabel Presyler y Miguel Boyer. Al llegar el verano, está claro el patrón que sigue: blanco a la máxima potencia. De hecho, en sus recientes vacaciones por la Costa del Sol, Ana ha aprovechado para reafirmar este idilio con el total white. El color estival por excelencia, que invade nuestros armarios apenas asciende el mercurio, es parte de su fórmula para verse elegante (y más bronceada) cada verano.
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