Joaquín Prat se disponía a regresar a casa después de un agradable paseo por una zona comercial de la capital, cuando se percató de que su moto no funcionaba. Después de numerosos intentos fallidos, alguna llamada de teléfono y de una revisión al manual para averiguar la causa de la avería, el presentador se dio cuenta de que el motivo no era otro que el candado de la rueda seguía puesto.
Pero por si este contratiempo fuera poco, el presentador no llevaba encima las llaves del candado. Por suerte un amable transeúnte se ofreció a echarle una mano, así que con cincel, martillo y mucho esfuerzo consiguieron romper el candado que inmovilizaba la rueda.
Solucionado el incidente, Joaquín Prat y el transeúnte se dieron un gran apretón de manos e intercambiaron unas sonrisas ante la atenta mirada de los viandantes que se habían detenido a observar al popular presentador.
Que Joaquín Prat está en un gran momento profesional no es ningún secreto, su éxito con Ana Rosa Quintana le ha servido para repetir como presentador en el programa del verano durante los próximos meses, y a esto se suma su participación en nuevo “talent show” Pequeños gigantes. Quizá tanto trabajo sea el motivo por el que el presentador estuviera un poco despistado por las calles de Madrid.
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