¿Cómo se manifiesta el déficit de vitamina D y cómo se trata?
En niños, si el nivel de vitamina D está por debajo de un nivel muy crítico (deficiencia severa), puede aparecer una condición grave como el raquitismo en niños, pero en nuestro entorno ya no es habitual (cursa con un debilitamiento de los huesos que causa fracturas y un notable retraso en el crecimiento). En los adultos, este problema severo se conoce como osteomalacia (se manifiesta con dolores musculares y esqueléticos).
Fuera de estos extremos, sí es habitual encontrar niveles deficientes o insuficientes de la vitamina D entre la población, que pueden tener o no síntomas asociados. A nivel óseo, un nivel bajo de vitamina D se asocia a mayor riesgo de fracturas óseas. A otros niveles, puede condicionar la salud cardiovascular, el funcionamiento correcto del sistema inmunitario, enfermedades metabólicas o el estado de ánimo. Se ha llegado a encontrar una correlación entre niveles especialmente bajos de vitamina D y mayor mortalidad.
En casos de sobrepeso/obesidad, toma de determinados medicamentos o problemas intestinales crónicos (factores que pueden condicionar la absorción o disponibilidad de la vitamina D) es recomendable evaluarla, también en niños.
Durante la lactancia materna sí se aconseja suplementar al bebé, siempre según la indicación pediátrica. La manera de compensar una deficiencia o insuficiencia de vitamina D es mediante la toma de un medicamento o suplemento indicado por un profesional de la salud.
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