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La herencia de Francisco Rivera 'Paquirri' ha vuelto a desatar un grave conficto familiar, pero esta vez entre Isabel Pantoja y su hijo Kiko Rivera. Días después de que el hijo de la cantante pusiera en duda que se hubiera cumplido la voluntad de su padre, la intérprete de Marinero de luces se defendía en las páginas de la revista ¡HOLA! y exponía punto por punto, a través de sus abogados, las noticias falsas vertidas contra ella.
El hecho de que Kiko Rivera haya solicitado revisar el testamento de su padre ha reavivado un enfrentamiento familiar que dura ya tres décadas entre Isabel Pantoja y los Rivera. Ha sido Ramón Calderón, uno de los albaceas testamentarios del torero, el que ha desvelado en ¡HOLA! algunas claves del documento, además de explicar cómo se llegó entonces a un acuerdo entre las partes. Casi tres años tardaron, tras su muerte, en ponerse de acuerdo y firmar el reparto definitivo en 1987. Los herederos universales eran sus tres hijos: Francisco, Cayetano y Kiko e Isabel Pantoja, la usufructuaria vitalicia de todo. Por parte de Francisco y Cayetano Rivera, los hijos que el diestro tuvo con Carmina Ordoñez, fue su abuelo materno, Antonio Ordóñez, el que los representó en el reparto: todos firmaron entonces y todos estaban de acuerdo. "Ninguno de los que participamos en el reparto de la herencia hubiéramos consentido que no se cumpliera la ley y la voluntad de Paco", asegura en la revista ¡HOLA! de esta semana, Ramón Calderón, defensor judicial de Kiko en el reparto de la herencia. "Nunca he tenido relacion con Kiko Rivera. Hubiera sido muy sencillo que para aclarar o disipar sus dudas sobre lo ocurrido, se hubiera puesto en contacto conmigo", dice el abogado.
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Isabel Pantoja, de usufructuaria a propietaria
La pregunta es cómo pasó Isabel Pantoja de usufructuaria a propietaria de la herencia. Ramón Calderón expone que la ley permite que los herederos de mutuo acuerdo puedan satisfacer el usufructo viudal que al cónyuge le corresponde por ley por un capital en efectivo. "Así se hizo y pasó a ser propietaria plena de una parte de la herencia, entre la que le correspondieron parte de la finca Cantora, un porcentaje un poco superior al que le correspondió a su hijo Kiko al ser capitalizada su parte". Este punto es el que para Kiko ha sido motivo de conflicto: "No cedí Cantora a sabiendas. No sé lo que firmé", asegura en su entrevista en la revista Lecturas, recordando que cuando fue mayor de edad firmó unos papeles siguiendo las directrices de la intérprete. "Si mi madre me decía ‘firma esto’, yo lo hacía", explica.
Además de Cantora, se repartieron otras propiedades, según detalla Ramón Calderón. La finca Los Rosales, fue adjudicada a Francisco y Cayetano a partes iguales, y la tercera, El Robledo, fue para el padre y los hermanos del torero.
El reparto no llegó a satisfacer del todo a las partes y acabó abriendo una brecha entre los Rivera e Isabel Pantoja. Francisco y Cayetano han reclamado durante años los trajes y trastos de torear de su padre (además de otras cosas), que quedaron en Cantora y les corresponderían a ellos. Francisco no ha dejado de recordarle que nunca se los ha devuelto, mientras que la artista contó que algunas de las posesiones que le piden desaparecieron en un robo que hubo en Cantora. Hasta ahora Kiko Rivera se había posicionado del lado de su madre en la eterna disputa de la cantante que mantiene con los otros hijos del torero, pero no podía evitar que le causara cierto sufrimiento. Con el tiempo y ante la posibilidad de poner Cantora a la venta, Kiko ha acercado posturas con sus hermanos y expone sus dudas en cuanto a la herencia de su padre: "Si ellos no supieron respetar tu voluntad, si todavía está en mi mano, te juro por Dios que yo lo haré".
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