En el programa de Bertín Osborne

En su primera entrevista juntos, Manuel Díaz y Julio Benítez confiesan que tienen el mismo sueño

Los hermanos han contado además cómo nació su amor por el toro y cuál ha sido su peor 'cornada' en la vida

Por hola.com

Ya torearon juntos en el mes de marzo y ahora han contado cómo ha evolucionado su relación de hermanos. Manuel Díaz ‘El Cordobés’ y Julio Benítez se han sentado por primera vez juntos en una entrevista en Palma del Río, lugar de nacimiento del padre de ambos –en el mes de febrero del pasado año, Benítez reconoció públicamente a Manuel Díaz como su hijo -.  Bertín Osborne ha contado con los dos hermanos en su programa Mi casa es la tuya y ha recordado cómo, hace ya dos años, recibió a Manuel, que comenzaba entonces su lucha para ser reconocido como hijo del diestro. Bertín le deseaba en aquel momento que se cumplieran sus sueños, ¿ha ocurrido?

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“Mis sueños se han cumplido. En mi trayectoria de vida llega un momento en el que creo que no estoy consiguiendo nada por la vía de esperar. Un día me levanté y le dije a mi mujer que quería hacer algo, que no podía seguir esperando y que tenía que solucionar esta etapa de mi vida, cerrar este círculo para, a partir de ahí, buscar otras cosas, que esto no fuera un lastre en mi vida (...) Empecé esa batalla y con el tiempo un juez me ha reconocido que soy hijo de Manuel Benítez. Al final de esta historia he conseguido que en televisión un día él dijera que yo era su hijo, hijo del ‘quinto califa’, que yo llevaba su sangre” explicó. Y se produjo entonces el primer encuentro entre hermanos, ya que el de padre e hijo aún no ha ocurrido.

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Contaron cómo se conocieron y las primeras cosas que se dijeron el uno al otro. “Un día mi hermano Chema me dijo que si me gustaría conocer a mi hermano Julio. Le dije que no tenía ningún problema, que estaría encantado y que me parecía natural hacerlo. Al poco tiempo quedamos en la cafetería de un campo de golf y nos tiramos tres horas de reloj hablando” contó Manuel, que desveló además lo primero que le dijo a Julio. “Fue que nosotros nos parecíamos, que teníamos más cosas en común que en contra. Primero por la profesión que habíamos escogido, en la que hablamos el mismo idioma, y luego porque él había sufrido mucho, al igual que yo”. Julio asegura que se quedó impactado por el parecido de Manuel y su padre: "Me quedé impresionado: tiene las mismas manos y andares que mi padre”. Y añadió que ha sido la mejor decisión que ha tomado: “Conocer a Manuel ha sido una de las cosas más bonitas que me han pasado este año. En el poco tiempo que le conozco me ha tratado con muchísimo cariño, igual que su familia, que es para comérsela”.

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Ha querido Manuel revelar algo sorprendente sobre su vida, una cosa que nunca había contado en televisión y es el porqué se hizo matador de toros. “Me hice torero porque no me quedó más remedio en mi vida. Era mi única arma para intentar darle justicia a lo que mi madre estaba sufriendo. Vocación sí la he tenido, pero después. Lo que más me gustaba con 13 años era jugar con los niños y no ponerme a entrenar. Yo me hice torero por venganza, porque yo tenía que vengar a mi madre, buscar mis raíces, mi sangre” contó. Julio por su parte tiene el toro en la sangre desde niño y tanto miedo le daba decírselo a su padre que fue su hermana quien lo hizo. “Fue mi hermana Martina la que se lo dijo después de que yo se lo pidiera”, ese fue el empujón que necesitaba.

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Manuel recuerda perfectamente el momento en que su padre le reconoció públicamente –“Los dos son matadores de toros, llevan la sangre fuerte de su padre, un Califa fuerte, y aquí no pasa nada” dijo Manuel Benítez en febrero de 2017-: “En este momento se me quitó un peso de encima, me liberé, nació como un Ave Fénix que salió de mi cuerpo. Llamé a mi madre, que estaba en un llanto, me fui a su casa y le di un abrazo. No hablé. Y ese ha sido el abrazo de mi vida más significativo, con más cosas dichas y con menos palabras de mi vida”. Un instante que nunca olvidará, sin duda.

El esperado encuentro entre padre e hijo es algo que no ha llegado a producirse y es que, aunque hubo una propuesta, no fue lo que Manuel Díaz esperaba. Él mismo explicó la polémica que surgió al respecto. “Mi padre me mandó un secretario para que hablara conmigo. Me dijo que ‘el jefe’ había pensado que iban a hacer un tentadero para que fuera allí con mi familia y nos hiciéramos una foto para colgar en las redes. Yo le dije: ‘Así no. Tú, si me permites a mí, le dices al monstruo que yo, cuando él quiera, me voy a donde él me diga solo, solo, a tomarme un café con él y me siento yo solo con él cinco minutos en un cuarto, los dos. Yo creo que me merezco, después de tanto tiempo, tener cinco minutos con él. Sin gente, sin una cámara. Que luego quiere hacerse quinientas mil millones de fotos, me las hago. Que luego tenemos que irnos los dos abrazados por la plaza de las Tendillas de Córdoba, me voy. Pero yo quiero cinco minutos’”.

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Se publicó entonces que había sido Manuel Díaz quien había rechazado conocer a su padre, algo que le enfadó mucho. “A los tres días me fui a entrenar y me encontré una página en el Diario de Córdoba diciendo: ‘He invitado a Díaz a vernos en mi casa y lo ha rechazado’. No, perdona. Imagínate cuando vi aquello, me enfadé muchísimo. Automáticamente llamé a este señor que me llamó y le dije: ‘Lo primero borra automáticamente mi número de tu agenda y no me llames más en tu vida’”. Julio y Manuel ya han toreado juntos, se unieron en la plaza de Morón de la Frontera, Sevilla, un 11 de marzo, una tarde para el recuerdo, aunque Manuel confesó que lo que le gustaría sería torear también con su padre. “Teníamos la esperanza de que nuestro padre asistiera a la primera corrida de toros juntos. De hecho, él pidió unas entradas. Sería muy bonito el hecho de que podamos algún día estar los tres juntos, ya que los tres nos dedicamos a lo mismo”. Julio, por su parte se niega a perder la esperanza: “Seguro que pasará al final. Yo estoy convencido. Me gustaría”.

La vida trae cosas buenas, pero también cornadas, y para cada uno de los hermanos estas tienen un nombre distinto. Para Julio, la peor ha sido el accidente de moto que sufrió en junio, que le provocó un traumatismo cranoencefálico y fractura de la pierna izquierda. ¿Y para Manuel? “Cornadas en la vida, muchas, pero ahora mismo estoy en un momento de mi vida en que las cosas buenas superan a las cornadas” dijo con seguridad. Es entre las cosas buenas donde se esconden los sueños, también ellos tienen claro cuáles les quedan por cumplir: el de “salir en hombros de la plaza de Córdoba” es común, aunque Julio apunta uno más. “Que Manuel me confirme la alternativa en Madrid”.