Jennifer Aniston, blanco de todas las miradas en Toronto

Mientras se especula con la posibilidad de que esté embarazada, la actriz pasea su amor junto a su prometido, Justin Theroux

Por hola.com

La llegada de Jennifer Aniston al Festival de Toronto causó una gran expectación. La actriz presentó anoche la película Cake y no dudó en hacerlo de la mano de su prometido Justin Theroux, con el que pronto se dará el ‘sí, quiero’. La actriz eligió un look total black, que no dejaba entrever lo mucho sobre lo que se ha especulado en los últimos días: un posible embarazo de la protagonista de Friends. La actriz eligió una falda tableada de Emmanuel Ungaro de color negro a juego con un top del mismo color con la que podía presumir de espléndida figura y su espectacular anillo de compromiso, un impresionante diamante de ocho quilates que luce orgullosa en su mano izquierda.

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Bien es cierto que desde que comenzara su relación con Justin Theroux no han dejado de surgir rumores de embarazo, que la actriz se ha visto obligada a desmentir una y otra vez, pero una vez más vuelven a planear sobre la actriz de 45 años. Las especulaciones comenzaron a surgir a raíz de su última aparición pública en el estreno de Life of Crime, cuando Jennifer Aniston lució una incipiente tripita con un vestido plateado que hizo saltar todas las alarmas. A raíz de salir publicadas esas fotos, se dice que Jennifer podría estar embarazada de tres meses mediante fecundación in vitro, una noticia que no han confirmado ni desmentido los interesados.


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A su llegada al certamen, la actriz evitó tratar cuestiones personales y se limitó a hablar que su personaje en Cake, "es un sueño hecho realidad". En el filme interpreta a una mujer (Claire) de poco más de cuarenta años que sufre de dolor crónico y que entabla una relación con el marido (Sam Worthington) de una mujer que se suicida (Anna Kendrick).


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Para lograr la interpretación la actriz tuvo que entrevistar a diferentes pacientes con esta misma dolencia, aparecer sin maquillaje y trabajar en el timbre de voz para mostrar una voz más grave a la que estamos acostumbrados. De hecho, y según ha manifestado Aniston, durante el rodaje “nadie me reconocía. Era genial”. Además comenta que el hecho de no haber tenido que maquillarse, "ha sido una de las cosas más liberadoras que ha hecho. Fue increíble".