Pueblos muy bonitos de Austria que te van a inspirar un viaje
Revestidos de madera y cuajados de flores, en medio de un paraíso de montaña o como si los hubiéramos sacado de las páginas de un cuento ilustrado. Este recorrido por pueblos austriacos es pura inspiración.
ALPBACH
Para muchos, el pueblo ideal tirolés. Debido a su aislamiento, hasta hace poco más de un siglo no llegaban las carreteras, sus habitantes han sabido conservar las tradiciones y la estética original que prima en la región: casas de madera con tejados empinados. Conocido como ‘el pueblo de las flores’, porque decoran los balcones de sus casas, durante la primavera y el verano llenan de aroma y color sus calles. En invierno se practica el esquí en Juwel Alpbachtal Wildschönau (skijuwel.com), una estación cercana y familiar con funparks, snowparks y pistas infantiles.
DÜRNSTEIN
Dürnstein es de esos pueblos que enamoran a simple vista. En el valle Wachau, sus casitas de colores suaves, sus calles adoquinadas y las ruinas del castillo vigilando la orilla del Danubio, el mismo en el que el rey inglés Ricardo I Corazón de León pasó sus días preso, forman la postal perfecta. Con apenas mil habitantes es uno de los favoritos de los austriacos para una escapada. La torre azul de la abadía junto al Danubio es su estampa más reconocible. Esta localdiad junto al río forma parte de los de 36 kilómetros del Paisaje Cultural del Wachau, reconocido como Patrimonio de la Humanidad. El mismo en el que se encuentra la cercana abadía de Melk, quizás el edificio más destacado del valle.
STEYR
Una joya de arquitectura medieval en plena ruta romántica alemana, con un centro histórico perfectamente conservado y donde lo popular es desplazarse en bicileta. Toma nota y visita el castillo de Lamberg, sobre la confluencia de los ríos Enns y Steyr, con una magnífica biblioteca; el Bummerlhaus, una mansión que es toda una joya del gótico tardío; o la iglesia Marienkirche, con su fachada rosada. Lo mejor: recorrer la localidad guiados por los vigilantes nocturnos. Ataviados con el traje tradicional acompañan al visitante por las calles empedradas y patios medievales del casco antiguo mientras van contando leyendas y anécdotas, tantas que las han recopilado en un libro. Para quienes acuden en verano, no hay que perderse su festival de música (musikfestivalsteyr.at).
HALLSTATT
Este idílico pueblo incrustado en los Alpes está catalogado por la Unesco como el más hermoso a orillas de un lago. Es el ejemplo perfecto de cómo mezclar belleza arquitectónica y entorno natural para dar vida a un paraíso creado a la par entre hombre y naturaleza. Aquí el tráfico rodado no está permitido, por lo que para visitarlo hay que aparcar a las afueras y llegar hasta el centro caminando. En su interior se descubren casas con balcones de madera cuajados de flores y plazas en las que abren sus puertas tiendas y restaurantes. Hay que detenerse en sus miradores con vistas al lago y las imponentes montañas, muchas con más de 3.000 metros. Puedes hacer una excursión de un día desde Salzburgo para conocerlo, está a tan solo 71 kilómetros. A 10 minutos del pueblo se encuentran sus famosas minas de sal, presumiendo de ser las más antiguas del mundo.
WEISSENKIRCHEN
Es el entorno el que, sobre todo, hace atractivo a este pueblo cuyo nombre significa ‘iglesia blanca’ por la impresionante iglesia-fortaleza de la aldea. Ubicado junto al río Danubio, entre suaves colinas y los viñedos, donde se hacen los más importantes de vinos en esta parte de la región de Wachau, Patrimonio de la Humanidad. Una cata de vino en alguna de las bodegas del valle nos ofrece la posibilidad de descubrir todos los matices de la aromática uva riesling, este es su hogar.
ST. GILGEN
A este pueblecito a solo una treintena de kilómetros de Salzburgo se va, en verano, a navegar por el lago Wolfgang, en navidad, a visitar su mercadillo y en cualquier época, a visitar sus calles empedradas y sus casitas decoradas, seguir la huella a Mozart, porque fue en él donde nació su madre. También a disfrutar de la belleza de su paisaje alpino.
GMUNDEN
Una pequeña localidad a orillas del lago Traunsee a la que acuden, especialmente en verano, numerosos visitantes a relajarse en sus balnearios, en los que realizar tratamientos con la sal como protagonista, y a bañarse en el lago o realizar paseos en barco. El ayuntamiento renacentista, el clásico paseo por la Explanada a orillas del río y el palacio de Ort, construido sobre un islote en medio del lago y unido a tierra por un puente de madera, completan los imprescindibles de esta villa austriaca.
Diez motivos para perderte en Austria y disfrutar de sus mejores escenarios
LÄNGENFELD
Lugares como Längenfeld, el municipio más grande el valle de Ötzal, son perfectos para empaparse del espíritu tirolés. Convertido en uno de los destinos termales más reconocidos de Centroeuropa, el valle es famoso por sus aguas termales que pueden disfrutarse alojándonos en el lujoso Aqua Dome (aqua-dome.at). Cada día 80.000 litros de agua termal sulforosa fluyen hacia sus ocho piscinas y sus enormes vidrieras permiten relajarse con magníficas vistas a las montañas.
MARIAZELL
Desde su nombre hasta el último rincón, este pueblo del centro de Austria se lo debe todo, o casi todo, a su basílica del Nacimiento de la Virgen María, lo que le ha convertido en el centro de peregrinación del país. A su alrededor, unas calles y una naturaleza que parecen conjuntados.
GRIES IM SELLRAIN
Otra idílica aldea de montaña austriaca en la región del Tirol para unas perfectas vacaciones en la nieve en invierno y un paraíso para los senderistas en el resto de estaciones. Ubicado a 1.200 metros y con unas magnificas vistas del valle de Lüsenstal, apenas cuenta con medio millar de habitantes. Para los amantes de los deportes de invierno a 15 minutos la estación de esquí de Kühtai, una de las que recibe más horas de sol del Tirol, garantiza buena nieve incluso entrada la primavera gracias a su altitud. Y si apetece esquiar de noche, dos veces por semana una pista iluminada permite practicar esquí nocturno.