1/10 © Age Fotostock

BARRANCO DE LA ENCANTADA (PLANES, ALICANTE)

A una hora de la localidad costera de Oliva se llega a Planes, el pueblo desde el que iniciar una ruta por el barranco de La Encantada donde iremos encontrando pozas de agua en las que darse un baño. Circular y sin apenas dificultad, la ruta se inicia en la propia localidad de Planes. Por el camino encontramos varias pozas y pequeñas cascadas como el gorg del Salt, a la que se puede llegar también en coche. Más adelante continúan saliendo a nuestro paso otras pozas donde bañarnos entre estrechos cañones, con menos gente al no tener tan fácil acceso.

 

También puedes leer: La Granadella, sobredosis de azul mediterráneo

2/10 © Age Fotostock

CASCADA DE BERCOLÓN (TUÉJAR, VALENCIA)

Una de las cascadas más bellas de Valencia la encontramos en Tuéjar, una localidad a una hora de la costa entre pinares y barrancos.  Una ruta senderista, unos 5 kilómetros de ida pero con cierto grado de dificultad por lo que hay que llevar calzado adecuado, nos lleva a esta piscina natural en una cueva donde bañarse en sus aguas frías. En la zona se puede practicar barranquismo.

 

También puedes leer: Diez cascadas espectaculares de España que te van a sorprender

3/10 © Age Fotostock

EL SALTO DE LA NOVIA (NAVAJAS, CASTELLÓN)

Para llegar al conocido Salto de la Novia tenemos que dirigirnos a Navajas, una tranquila localidad a 30 minutos en coche de Sagunto desde la que parte la ruta. En Navajas hay que hacer una parada para contemplar su viejo olmo centenario, de 1636. Una ruta sencilla desde la localidad nos lleva al Salto de la Novia –llamado así por una trágica historia de amor sin final feliz– nos espera un paraje natural por el que se despeña la cascada de Brazal, de más de 60 metros de altura, donde darse un baño. En época estival hay que comprar una entrada en el pueblo para poder acceder a la zona.

 

También puedes leer: De paseo por la sierra de Irta, el tramo más virgen de la costa levantina

4/10 © Age Fotostock

PISCINAS DE MONTANEJOS (CASTELLÓN)

A 25º se mantiene las aguas termales de Montanejos, en la comarca castellonense del Alto Mijares. Las piscinas termales de la Fuente de los Baños, a 2 kilómetros de la localidad, se forman en un canal natural de paredes verticales de gran altura en el que se encajona el río Mijares. El agua cristalina, la agradable temperatura y el entono natural invitan al baño. Después es posible practicar deportes acuáticos en la zona como el barranquismo o el kayak o hacer una ruta senderista. En temporada alta el acceso se controla mediante una entrada (3,50 € adultos visitmontanejos.com).

 

También puedes leer: Montanejos, las piscinas naturales que recuerdan al paraíso filipino de El Nido

5/10 © Getty Images

LOS GORGOS DE ANNA (VALENCIA)

15 kilómetros separan Xátiva del paraje natural de los gorgos de Anna, una zona con varias pozas que durante el verano tienen acceso restringido y se cobra la entrada, y donde está permitido el baño. El gorgo de la Escalera, el más conocido, al que se accede bajando una empinada escalera de madera, y donde el baño lo acompaña el rumor del agua al precipitarse en forma de cascada; Y el gorgo Catalán, más pequeño y menos visitado, con una pequeña cascada que viene del manantial de la Fuente Negra, este es gratuito. El acceso al de la Escalera tiene un coste de 3 € durante el verano y se hace de forma conjunta con el precioso lago de la Albufera donde también hay una piscina natural en un paraje con chiringuitos y restaurantes (2€ si se compra la entrada solo para el gorgo de la Escalera). 

 

También puedes leer: Lugares insospechados de Valencia, porque el interior también existe

6/10 © Age Fotostock

LAS FUENTES DEL ALGAR (ALICANTE)

La zona de baño de interior más conocida de Alicante, aunque nada comparado con la fama de sus playas, son estas cascadas y pozas que forma el río Algar a su paso por Callosa d’En Sarriá, a tan solo 15 kilómetros de Altea. La visita se realiza por un camino bien señalizado y acondicionado que sube y baja por la orilla del río y que nos permite asomarnos a las pozas y saltos de agua. El agua se mantiene a 18 ºC, tanto en invierno como en verano, y hay siete zonas diferentes en las que poder darse un merecido baño.

 

También puedes leer: Las Fuentes del Algar, un paraíso natural muy cerca de la playa

7/10 © Age Fotostock

PISCINAS DE POU CLAR (VALENCIA)

A poco menos de una hora de la costa de Gandía, hacia el interior, encontramos las pozas de Pou Clar, a las afueras de Ontiyent. En este paraje de gran belleza natural el río Clariano ha modelado el paisaje formando un conjunto de pozas de aguas cristalinas que son un edén. Seis piscinas naturales con distintas profundidades perfectas para aliviar las altas temperaturas con un baño en sus frías aguas.

 

También puedes leer: Pou Clar, una colección de pozas para refrescarse este verano en Valencia

8/10 © Age Fotostock

PISCINAS DE BOLBAITE (VALENCIA)

A una hora en coche hacia el interior de las conocidas localidades costeras de Cullera o Gandía se localizan las pozas de Bolbaite, una joya natural en la comarca de la Canal de Navarrés. Unas piscinas naturales para darse un baño con varios saltos de agua y su emblemático puente de madera. Para preservar la zona durante el verano hay que pagar una entrada (2€ entre semana, y fines de semana 3€) y cuenta con un área recreativa, aunque no con socorrista.

9/10 © Getty Images

EL CHARCO AZUL (CHULILLA, VALENCIA)

Chulilla es un bonito pueblo blanco a 60 km de Valencia hacia el interior en una zona de barrancos y puentes colgantes de madera a lo largo de una ruta espectacular conocida como la de los Pantaneros, que cruza el río Turia. Allí se encuentra un precioso remanso de aguas verdes –que no azules– conocido como el Charco Azul encañonado entre altísimas paredes verticales. Para llegar a él se hace por el sendero SL-CV 74, que va bordeando el río, bien señalizado con marcas de pintura blanca y verde.

 

También puedes leer: Chulilla no es Nepal, es Valencia, pero lo parece por sus puentes colgantes

10/10 © Age Fotostock

LOS CHARCOS DE QUESA (VALENCIA)

A 7 kilómetros de la localidad de Quesa –y a una hora de Cullera– encontramos el paraje natural de los Charcos de Quesa. Cuatro piscinas naturales de diferentes tamaños donde darse un baño en el río Grande, rodeados de naturaleza y entre saltos de agua. El ayuntamiento de la localidad cobra una ecotasa para ayudar a preservar la zona (1€ por persona y 2 € por vehículo, hay aparcamiento) durante los meses de verano. En la zona se puede practicar senderismo y acercarse al Abrigo de Voro para contemplar un conjunto de pinturas rupestres levantinas que forman parte del Patrimonio de la Humanidad.

Más sobre: