1/12 © Francisco Nogueiro

En Portugal llevan años demostrando que son los reyes del diseño en lo que a alojamientos con personalidad se refiere. Los hay por todo el país, en entornos rurales y en sus principales ciudades. Pequeños hoteles boutique con espacios cargados de carisma que podrían ser, en la mayoría de los casos, portada de cualquier revista de arquitectura y decoración que se precie. Y lo mejor de todo, tras ellos, casi siempre, hay una bonita historia que contar.

Inspirados por el verano, ponemos rumbo al sur luso dispuestos a encontrar los más cautivadores de la región del Algarve. El único problema será que después no querremos regresar a casa.

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FARMHOUSE OF THE PALMS, UNA GRANJA CON MÁS DE 300 AÑOS

Cuentan Frank y Veronique, belgas afincados en la pequeña localidad de Sao Bras de Alportel y cicerones de este precioso alojamiento rural con vistas a la sierra algarvía (farmhouseofthepalms.pt), que estaban a punto de tirar la toalla cuando, de repente, se dieron de bruces con esta construcción. Habían visitado nada menos que 149 fincas y casas por todo el Algarve en busca de aquella que les encajara lo suficiente como para dejar sus vidas en Amberes, donde se dedicaban a la banca, y lanzarse a la aventura de crear su propio hotelito rural en un entorno sin igual. ¡A la 150… fue la vencida!

3/12 © Francisco Nogueiro

Y es que fue descubrir esta antigua granja con más de 300 años de historia y tenerlo claro. Hoy, lo que un día fueron el edificio principal y los establos aledaños, han sido transformados en estilosos espacios comunes en los que la madera, el yute, la cerámica y el blanco impoluto son los protagonistas del comedor, de sus varios salones, de su espacio de lectura y de las 7 habitaciones repletas de encanto. Un lugar en el que los días pueden transcurrir, si uno quiere, entre la paz de la lectura, la relajación de baños en la piscina y el sencillo placer de la contemplación.

4/12 © Gina Spinelli

En eso, y en disfrutar de su exquisita gastronomía. Porque los sabores algarvíos tienen su espacio también en Farmhouse of the Palms, empezando por el festival culinario que se despacha cada mañana en el desayuno –cada día de la semana es diferente, para no aburrir a los huéspedes– y terminando con las cenas que prepara la chef María, vecina de Sao Bras y con más de 30 años de experiencia en la restauración. Ya sea con el atardecer de fondo en su terraza o en el acogedor interior, deleitarse con sus platos es el mayor de los placeres.

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5/12 © Conversas De Alpendre

CONVERSAS DE ALPENDRE O DORMIR EN UNA CABAÑA DE LUJO

Y de nuevo una pareja, en este caso Marta y Tiago, fueron quienes decidieron cambiar de vida para lanzarse a montar su propio negocio en forma de hotel boutique a las afueras de Tavira. Marta aún recuerda sus días en la farmacia del centro de Lisboa en la que solía trabajar, y cuyas largas jornadas no echa nada de menos. Prefiere mil veces dar sus servicios a los huéspedes que, conquistados por el encanto de Conversas de Alpendre (conversasdealpendre.com), viajan hasta este rincón del sur a desconectar.

Pero a Marta y a Tiago, además, le siguió el resto de la familia de ella. Hoy sus padres, hermano e incluso primos trabajan todos a una por sacar adelante un alojamiento de lo más inspirador en el que la diferencia la marca no solo el diseño de sus habitaciones, también la atención del personal y los pequeños detalles.

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6/12 © Conversas De Alpendre

Entre los 13 dormitorios destacan los dos favoritos: una cabaña oculta a la vista tras lo que parecen decenas de troncos de madera apilados –un trampantojo en toda regla–, y una cabaña de madera en lo alto de un inmenso árbol que demuestra que el lujo y lo rural no están reñidos. Para poner la guinda al pastel, una piscina rodeada de cultivos de naranjos y algarrobos donde el canto de los pájaros es, por defecto, la banda sonora al ambiente, y un chef, Gonzalo, cuya creatividad tras los fogones convierte las veladas en Conversas de Alpendre en otra de esas experiencias que hay que vivir sí o sí. ¿Un secreto? La familia acaba de inaugurar un nuevo hotel boutique en el corazón de Tavira para el que han recuperado una antigua escuela: Colégio Charm House.

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7/12 © Casa Brava

CASA BRAVA, MUCHO MÁS QUE UN HOTEL RURAL

Solo tres habitaciones. Sí, solo tres. Tres espacios rebosantes de estilo en los que sentir que la vida son otras muchas cosas más allá del ajetreo de nuestra vida diaria, de las prisas y del estrés. Porque a Casa Brava (casabrava.pt), una antigua granja transformada en un rincón paradisíaco del Algarve muy cerca de la ciudad de Lolué, se va a disfrutar del entorno natural idílico que rodea el alojamiento, a respirar bien profundo y a ser feliz. De esta manera, los dormitorios, en los que un día durmieron cerdos o burritos, han sido reformados con autenticidad y carácter. Cada una de esas habitaciones cuenta con entrada propia, terraza y jardín.

8/12 © Casa Brava

Y más allá, dos hectáreas de terreno en los que entrar en comunión con uno mismo, ya sea tras algún que otro chapuzón en su piscina ecológica o después de disfrutar de un desayuno basado en producto orgánico. Aquí lo que se lleva es lo slow. Eeso lo tuvieron muy claro Julie y Marco, dos franceses de padres portugueses que son las almas tras este proyecto, cuando dieron forma a Casa Brava. Una filosofía que se traslada incluso en los amenities, elaborados por ellos mismos a partir de productos naturales y locales, y gracias a los conocimientos adquiridos en cursos realizados en París y Bruselas. La conciencia ecológica y saludable son los pilares de este hermoso bed & breakfast boutique.

9/12 © Casa Modesta / Guilherme Da Rosa

CASA MODESTA, FUSIÓN PASADO Y PRESENTE

El origen de este precioso proyecto algarvío surgió mucho tiempo atrás, ya en los años 40, de la mano de Joaquim Modesto, que supo crear un espacio familiar rebosante de encanto hoy convertido en un hotel de lo más singular. ¿La responsable de esta transformación? La arquitecta Vânia Brito Fernandes, su nieta, quien supo tirar de toda su creatividad y talento artístico para aunar pasado y presente en un espacio único hoy abierto al mundo.

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10/12 © Casa Modesta / Guilherme Da Rosa

Y es que solo hay que plantarse frente a la fachada de Casa Modesta (casamodesta.pt) para caer rendidos a sus pies. Tras sus paredes blancas, límpidas, tan geométricas y perfectas, se esconde en su interior un hogar temporal para quienes deciden ir a disfrutar de este pequeño paraíso en Moncarapacho, junto a la localidad de Olhão. Decoración minimalista y esencia rústica se dan la mano en un conjunto de edificios absolutamente integrados en el paisaje que lo rodea, compuesto por solo 9 habitaciones que, como premio, tienen acceso también a los jardines, al huerto de producto orgánico y a la piscina. En los alrededores, además, el universo del Algarve se explaya: playas infinitas, acantilados de infarto, y una abrumadora carta de experiencias que invita a conocer esa otra cara más desconocida de la región.

11/12 © Companhia Das Culturas / Francisco Nogueira

COMPANHIA DAS CULTURAS, RESPETO AL PASADO

Eglantina Monteiro es licenciada en filosofía y antropología, además de una gran socióloga, y la persona tras este proyecto rebosante de autenticidad en Castro Marim, a escasos kilómetros de la frontera con España. Se trata de Companhia das Culturas (companhiadasculturas.com), un agroturismo sostenible y orgánico localizado en una finca de más de 40 hectáreas repletas de pinos piñoneros, alcornoques y algarrobos, albaricoques, olivos e higueras. Un lugar donde la relación y el respeto por la naturaleza marcan la directriz.

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12/12 © Companhia Das Culturas / Francisco Nogueira

Y lo hace en todos y cada uno de los aspectos, también en su origen. Cuando Eglantina se enfrentó a una finca casi abandonada que había pertenecido a la familia de su marido durante nada menos que 7 generaciones, tuvo claro que quería que la esencia del lugar perviviera, algo que logró respetando las técnicas de construcción tradicionales y los usos que se le habían dado en el pasado a los espacios. Al encanto que confieren los proyectos con alma, se añade la belleza de sus 8 habitaciones y 4 apartamentos, donde el corcho y las paredes encaladas ganan protagonismo, y en las que es cuidado hasta el más mínimo detalle con el fin de ofrecer un hogar fuera de casa a sus inquilinos. Aquí la experiencia va mucho más allá que el hecho de dormir en un lugar bonito, aquí se trata de vivir y entender que presente y pasado están más unidos de lo que imaginamos.

A los espacios comunes hay que añadir una sala de yoga, una granja y huerto biodinámicos, un restaurante con producto obtenido en su 80% de la propia finca e, incluso, un tradicional hammam. Los amenities, por cierto, son elaborados con productos ecológicos y pertenecen a la firma de la propia cicerone: 8950 es su marca.

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