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UNA DE GAMBAS EN PALAMÓS…

La gamba roja de Palamós (Girona) tiene tal fama, que muchos no se conforman con saborearla en los restaurantes, sino que deciden ver con sus propios ojos cómo se captura. Para ellos existe el pescaturismo (pescaturismepalamos.org), que consiste en madrugar y pasar todo el día a bordo del Estrella del Sur III compartiendo con la tripulación las maniobras, las zozobras del mar y el rancho. Solo se admiten mayores de 16 años y no más de cuatro viajeros. Al volver a puerto se visita la lonja y el Museo de la Pesca (museudelapesca.org). Al lado del museo está el Espai del Peix (espaidelpeix.org), espacio didáctico y aula gastronómica en cuyos talleres de cocina y showcooking llevan la voz cantante (y el mandil) auténticos cocineros de barco.

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…Y UNA DE SARDINAS EN SANTURCE

Santurtzi (Santurce) ha sido uno de los puertos vizcaínos que más embarcaciones ha dedicado a la pesca de bajura, hasta medio centenar. En el mar, las traineras y las sardinas; en tierra, las sardinas y las sardineras que, con la cesta repleta de piezas bien plegadas, recorrían las calles de muchas localidades pregonando las excelencias de su mercancía: «Desde Santurce a Bilbao, vengo por toda la orilla…». De todo esto y cien cosas más nos hablarán los arrantzales mientras navegamos con ellos en la tradicional embarcación Virgen del Carmen. La ruta Santurzi arrantzale (Santurce marinero), de dos horas y media de duración, incluye, además, una visita al Santurtzi Itsasoa Museoa (Museo del Mar), situado en el emblemático edificio de la Cofradía de Pescadores (turismo.santurtzi.net). También se puede salir a avistar delfines y ballenas con Verballenas.com (verballenas.com).

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PERCEBEIROS POR UN DÍA

Esta propuesta de Turismo de Galicia (turismo.gal) consiste en visitar la punta da Barca, en Muxía (A Coruña), y observar el trabajo de los percebeiros de verdad. Y luego recorrer los secaderos de congrio, también en Muxía, y acercarse después a Fisterra (concellofisterra.gal) para visitar su lonja, la primera turística de España, una obra laureada del estudio de arquitectos Creus&Carrasco (creusecarrasco.com), donde el público puede asistir moviéndose por pasarelas para no interrumpir las operaciones. La subasta comienza a las 16.45. También en Fisterra, el castillo de San Carlos, construido a mediados del siglo XVIII para defender la ría de Corcubión, aloja el museo de la Pesca (tel. 627 23 97 31), un lugar pequeño al que hace grande su guía, el marinero y poeta Francisco Manuel López Martínez, alias Alexandre Nerium. Para ir de pesca, Fish-Terra (facebook.com/fishterra/) lo pone todo: barca, cañas, cebo y patrón.

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LA RUTA DE LOS PESCADORES EN LA COSTA DEL SOL

Cuando uno oye hablar de barcos en la Costa del Sol, piensa en los yates inmensos de Puerto Banús. O, si acaso, en el barco de Chanquete, La Dorada 1ª, que está aparcado en una rotonda de Nerja. Pero no en los pescadores de Estepona, que están en el otro extremo de la costa malagueña y salen todos los días a faenar en su bahía, sin apartar la mirada de sus artes más que para contemplar el salto de un delfín o la geografía familiar del estrecho de Gibraltar. La ruta de los Pescadores dura 3 horas y, además de la navegación, incluye una visita al puerto para conocer la labor de los maestros rederos y asistir a la subasta. Es una de las muchas experiencias (paseos en barco, pesca deportiva, ruta del pez volador…) que ofrece Turismo Marinero (turismomarinero.com).

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MAR MENOR, PESCA MAYOR

Para aprender a distinguir una pantasana de un trasmallo o un chanquete de un lenguado. Para observar el calado de las artes de pesca, los despesques, la selección y la preparación del pescado para su venta. Para ver, en fin, lo vivo que está el Mar Menor, hay que compartir una jornada con los pescadores de Lo Pagán (San Pedro del Pinatar). Turismo Marinero Murcia (turismomarineromurcia.com) también alquila veleros con patrón un día entero, medio día, al atardecer o para navegar bajo la luna llena. Y organiza salidas de pesca deportiva: curricán, chambel, jigging...

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LA SOBA DE LA ANCHOA EN SANTOÑA

Santoña, en Cantabria, es una villa tan pesquera, tan pesquera, que no hace falta ni embarcar para sentirse en alta mar, rodeado de redes, trajes de agua de colores y cardúmenes de anchoas. Solo hay que esperar a que suene la sirena de la venta, la que anuncia la entrada de un barco en el puerto, e ir a ver cómo descarga su plata olorosa. La verdad es que es un puerto en el que da gusto estar, con buenos restaurantes y edificios de esmerado diseño, como el centro de interpretación de las Marismas de Santoña, que recuerda el puente de un barco. Otro entretenido plan relacionado con la pesca es curiosear en alguna de las fábricas de conservas que admiten visitas, como Emilia (anchoasemilia.es) y vere el meticuloso proceso de elaboración de la anchoa (la soba). Más información, en turismosantona.es

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CUÉNTAME UN PUERTO EN CALPE

Solo por ver dónde está el puerto alicantino de Calpe, al pie del peñón de Ifach, la piedra luminosa que ha guiado como un faro y atraído como un imán a los navegantes desde tiempos inmemoriales, vale la pena visitarlo (calpe.es). Los guías de Cuéntame un puerto (cuentameunpuerto.com) muestran sus entresijos, lo que no se ve tan fácilmente como se ve el peñón. Hay dos visitas posibles: El puerto y la pesca artesanal, por las mañanas, y El puerto y la subasta en vivo, a eso de las 16.00, cuando empiezan a llegar los barcos y se descarga la pesca para la venta. Antes o después, haremos bien en acercarnos a echar un vistazo a los Baños de la Reina, estanques excavados en la roca entre la playa del Cantal Roig y la cala del Morelló, donde se creía que venían los reyes y los nobles romanos a zambullirse (de ahí, su nombre) y que, en realidad, son los restos de una piscifactoría de esa misma época, asociada a una factoría de salazones. A pocos metros se encuentran las Salinas, una gran laguna salada de la que se extrajo el oro blanco desde tiempos de los romanos hasta 1988.

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