Este año no va de ropa ni de bolsos, el mejor regalo para este día especial es hacer una escapada con ella o con toda la familia que no quede lejos y recuperar el tiempo perdido. Porque las madres se lo merecen todo, apúntate estas ideas por toda la región.
DE LA PLAYA AL BOSQUE ENCANTADO
Madrid no tiene costa, pero sí entornos mágicos donde disfrutar del agua. A solo una hora de la capital, el pantano de San Juan es su «playa» particular. De sus 10 kilómetros de arenales, el de la Virgen Nueva tiene la distinción de bandera azul, y en él además de tomar el sol o sentarnos bajo los pinos, hay merenderos, embarcaciones de recreo… Los más tranquilos hacen una caminata por su entorno con espectaculares vistas al embalse, los más atrevidos se apuntan a actividades náuticas, desde un paseo en lancha hasta la experiencia de la banana.
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Después de un mañana de playa, el Mesón del Puerto es un recomendable restaurante de carretera en Pelayos de la Presa para darnos un homenaje y probar el chuletón de Ávila. Para bajar la comida, en San Martín de Valdeiglesias podemos dar un paseo por la plaza Real, visitar el castillo de la Coracera, construido por Álvaro de Luna (castillodelacoracera.com), que acoge la oficina de Turismo, y rematar el día en El Bosque Encantado (bosqueencantado.net), un mágico jardín botánico con especies de todo el mundo y más de 300 figuras vegetales que despiertan la imaginación y es perfecto para un plan con niños en Madrid.
UN ENTRETENIDO DÍA EN EL LOZOYA
Otro mar tiene Madrid, y también de agua dulce, es el embalse de El Atazar, el mayor de la región, que suma 72 kilómetros de costa, más grande que todos los demás pantanos madrileños juntos. Y para un día en familia al aire libre, nada mejor que disfrutar de sus aguas haciendo piragua o paddle surf. En Cervera de Buitrago está el club Nortesport (sierranorte.com/nortesport), que realiza estas y otras muchas actividades.
A solo 14 kilómetros, Buitrago de Lozoya es buen plan para comer, por ejemplo en El Andarrio (elandarrio.com), en cuya carta tradicional no faltan los asados en horno de leña, o en El Chato (tabernaelchato.com), en plan tapas o raciones, y después bajar la comida recorriendo el pueblo que conserva el mejor conjunto amurallado medieval de la región, viendo los deslumbrantes iconos pintados de su iglesia y la colección de obras de Picasso que fue reuniendo durante 26 años Eugenio Arias, su barbero y amigo.
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ARANJUEZ, CON MUCHO GUSTO
A los reyes siempre les gustó pasar la primavera en Aranjuez, a orillas del río Tajo. Siguiendo su ejemplo, el Real Sitio es un plan familiar de 10, con numerosos atractivos artísticos y naturales, por algo es Paisaje Cultural de la Humanidad por la Unesco. Podemos empezar por visitar el Palacio Real, dar un paseo por los jardines del Parterre, La Isla o el del Príncipe y continuar descubriendo el museo de Falúas, que guarda las elegantes barcas utilizadas por los monarcas, y casa del Labrador. Si nos gustan las aves, el Mar de Ontígola tiene una senda ecológica y un observatorio en la orilla.
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Pero estamos en la vega madrileña, y aquí además de a navegar por el Tajo, en esta estación lo que se disfruta es de la rica huerta de Aranjuez, donde las estrellas son los fresones, las fresas y los espárragos verdes. Los podemos degustar en restaurantes como El Corral de la Abuela (elcorraldelaabuela.es), con su terraza con vistas al jardín del Príncipe. Y ver cómo crecen en la finca de Huerta de Aranjuez (huertadedearanjuez.es), otra forma de hacer turismo activo.
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UNA CITA CON LA HISTORIA Y EL CINE EN VILLAREJO DE SALVANÉS
A 45 kilómetros de la capital, casi lindando con Cuenca, Villarejo de Salvanés es un pueblo con mucha miga para una escapada con tu madre. Tiene una interesante historia que relatan sus monumentos, buenos restaurantes para disfrutar de una buena comida, rutas para hacer a pie o a caballo que llevan a sus yacimientos, una activa agenda cultural y hasta un Museo del Cine, además este año está de celebración por el 450 aniversario de la Batalla de Lepanto (su patrona es la Virgen de Lepanto, a la que rinde culto en un santuario).
El día debe empezar visitando su símbolo patrimonial más reconocible: la Torre del Homenaje, que además de acoger un centro de interpretación sobre la historia de la localidad regala desde su azotea la mejor panorámica. Luego la Casa de la Tercia, la iglesia de San Andrés, sus fuentes… hasta llegar al antiguo Cine París, que guarda una de las colecciones de los primeros ingenios cinematográficos y proyectores más ricas de Europa, con piezas incluso de Edison y los hermanos Lumière. Para comer, los platos tradicionales de la zona con aire moderno los degustaremos en La Tercia (restaurantelatercia.com).
EN BICI POR EL BOSQUE FINLANDÉS
Una ruta fácil para hacer en familia es la que discurre entre el pueblo de Lozoya, a poco más de una hora de Madrid y a orillas del embalse de Pinilla y las Presillas, porque se realiza por pistas en muy buen estado y casi sin desnivel. Si los niños son más pequeños se puede acortar el recorrido y centrarse en el entorno de Rascafría, donde se encuentra el Bosque Finlandés, una alameda rodeada de lagunas que tiene cierto parecido con las del país escandinavo.
Después de dejar la bici, podemos visitar el monasterio de Santa María del Paular, fundado por los monjes cartujos, asomarnos a las piscinas naturales del río Lozoya y, si se tienen más fuerzas, emprender la excursión hasta las cascadas del Purgatorio. Buen lugar para rematar la jornada es sentarnos a la mesa en Caldea (restaurantecaldea.com), con mucho encanto, o degustando un cocido en El Pajar de Fuente Hernando (restauranteelpajar.es).
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MÁS CERCA DE LA CIUDAD
Sin salir de la ciudad, también podemos pasar el Día de la Madre rodeados de naturaleza, por ejemplo, pedaleando por la Casa de Campo. Son 1535 hectáreas para moverse por este gran parque público, uno de los parques urbanos más grandes de Europa, con 3 rutas de dificultad media y media-baja a lo largo de las cuales iremos descubriendo pinares, ermitas, fuentes, vegetación de ribera, miradores… Las podemos descargar en: esmadrid.com/sites/default/files/documentos/rutasbicicletascasadecampo.pdf
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Una mañana de actividad tiene que tener premio, y qué mejor que sentarnos en la terraza más nueva de la Casa de Campo. Se llama Villa Verbena (villaverbenamadrid.com) y es la sensación gastronómica de la temporada, por sus vistas al lago y su carta, con la parrilla como elemento central, del que salen el pulpo, los pescados del día o las sabrosas carnes. Para el tapeo, un buen listado de sugerencias, todas apetitosas, desde las croquetas caseras a la txistorra a la brasa o la ensaladilla de escabeche casero.
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