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TITISEE

A unos 30 kilómetros de Friburgo, el pequeño y turístico pueblo de Titisee da nombre al lago natural más grande de la Selva Negra, con dos kilómetros de largo y 800 metros de ancho. Algunos se animan y caminan por el sendero que rodea todo su perímetro, otros lo admiran apostados en su puertito, pero ninguna experiencia mejor que subirse a uno de los barcos que navegan por sus aguas admirando el entorno y el Feldberg, la cumbre de este boscoso y esquinado territorio alemán. También se puede pescar en él, recorrer en piragua y, en invierno, andar sobre sus aguas congeladas. Nada más bajar, en el taller de la familia Drubba (drubba.com) podemos ver el trabajo de los artesanos locales, que fabrican los famosos relojes de cuco.

 

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HERRENWIESERSEE

En ese paraíso de lagos y cascadas que es la Selva Negra, el lago Herrewies, a unos 25 kilómetros de la ciudad de Baden-Baden, es un hermoso lago de origen glaciar escondido en un frondoso bosque de abetos y a los pies de la montaña Seekopf. Un camino de unos dos kilómetros se adentra en él, haciendo parada antes de llegar en un mirador con magníficas vistas del embalse de Schwarzenbach. Cuando se alcanza su orilla, el reflejo de los árboles en sus quietas aguas regala una estampa que no puede resultar más idílica.

 

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MUMMELSEE

Cuenta la leyenda que debajo de las aguas del Mummel existía un palacio de cristal donde vivían sirenas y que una de ellas perdió la vida al salir a la superficie y enamorarse de un joven del entorno. Una escultura lo recuerda y otorga más magia a este lago que, con 17 metros de profundidad, es el lago glaciar situado a mayor altura de la región alemana. Lo rodea la Schwarzwaldhochstraße, conocida como la carretera panorámica de la Selva Negra, y se encuentra a 13 kilómetros de Sasbachwalden y a los pies de la montaña Hornisgrinde. Después de dar un paseo de 30 minutos alrededor para contemplar todas sus perspectivas, se pueden alquilar un hidropedal, una barca de remos y rematar sentándose en la terraza del elegante Berghotel y tomar un café acompañado de la famosa tarta Selva Negra.

 

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SCHLUCHSEE

Si hay un lugar ideal para la práctica de los deportes acuáticos es este tranquilo lago, el más grande de la Selva Negra, de origen glaciar pero formado tras la construcción de una presa. Tiene 7,5 kilómetros de largo y hasta 1,5 de ancho. En la costa negra está la localidad que le da nombre, desde la que podemos dar un paseo en barco, bañarnos en sus orillas o combinar estas actividades con alguna de las rutas de senderismo por la zona. Para los más andarines, el paseo por sus riberas son 18 kilómetros de longitud, pero se hacen agradables porque son planos.

 

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FELDSEE

Pequeño y casi redondo es este lago al sur de la región de Baden-Wurtemberg que parece creado más para la contemplación. Y para ello ningún lugar mejor que la montaña Feldberg, que, con sus 1493 metros de altura, es el techo de la Alta Selva Negra. En teleférico desde la estación de invierno se supera el tramo más empinado y si no se quieren recorrer los últimos metros para llegar a la cumbre, el mirador de la torre Feldberg, con una vista de 360º, permite divisar, cuando desaparece la bruma, el bello lago Feldsee a sus pies. Atravesando bosques y riachuelos se desciende trotando hasta su orilla.

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