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Además de retroceder en el tiempo en la Mezquita o respirar el embriagador perfume de sus patios,  48 horas en la capital cordobesa dan para descubrir sus imprescindibles y vivir su esencia. Al despedirnos, caeremos rendidos ante esta ciudad a orillas del Guadalquivir.
 

CONOCER LA MEZQUITA

Lo primero en Córdoba es conocer el alma de esta ciudad, que no es otra que esta obra de arte Patrimonio de la Humanidad que nació como templo de culto islámico –mandado construir por Abd al-Rahman I– y luego pasó a ser catedral cristiana. Por la puerta del Perdón se entra en su famoso patio de los Naranjos y tras cruzar la puerta de las Palmas a su interior. El mihrab y la maqsura son los espacios más deslumbrantes del monumento omeya. Incrustada en el corazón del edificio, la parte cristiana, con la capilla mayor gótica y la capilla Real, con decoración mudéjar. (mezquita-catedraldecordoba.es)

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PASEAR POR EL ALCÁZAR DE LOS REYES CRISTIANOS

Para conocer la evolución histórica de Córdoba ningún lugar mejor que esta rectangular fortaleza-palacio de sillares de piedra y torres en sus esquinas que se articula en torno a unos extensos jardines de estilo andalusí con estanques, frondosos árboles y exóticas flores. En el interior, hay que prestar atención a su colección de mosaicos romanos, al sarcófago pagano del siglo III, a los baños califales y asomarse a la torre de los Leones para contemplar la panorámica. (alcazardelosreyescristianos.cordoba.es)

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IR DE MUSEOS POR LA PLAZA DEL POTRO

Si hay una plaza representativa en Córdoba es la del Potro, como la escultura que corona su fuente. A este espacio que hasta el mismo Cervantes mencionó en El Quijote se abren las puertas del antiguo Hospital de la Caridad, que acoge dos museos importantes, el de Bellas Artes (museosdeandalucia.es) y el dedicado al famoso pintor cordobés Julio Romero de Torres (museojulioromero.cordoba.es), el artista que mejor supo captar la sensualidad, la belleza y el drama de la mujer andaluza. Vista esta plaza, también muchas otras solitarias y encantadoras para pasear, como la del Cristo de los Faroles, sobre todo, iluminada de noche.

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PERDERTE POR LA JUDERÍA

En torno a la Mezquita se fue conformando este barrio que guarda intacta la memoria de la ciudad medieval. Por eso, sumergirse hoy en la calle Judíos, que transcurre en paralelo a la muralla, es como retroceder en el tiempo. Es el eje principal de este laberinto de estrechos callejones y casas encaladas de inequívoco sabor, a la que se abren la sinagoga, la casa de Sefarad, el zoco y la plaza de Tiberíades. Fue aquí donde nació un personaje de proyección universal como Maimónides –una estatua lo recuerda–, o en la que brillaron algunos de los judíos más ilustres de su tiempo.

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CRUZAR EL PUENTE ROMANO Y SUBIR A LA TORRE DE LA CALAHORRA

Una de las mejores panorámicas de la ciudad vieja la ofrece la torre de la Calahorra, una fortaleza islámica -hoy Museo Vivo de al-Andalus– levantada como puerta de entrada a Córdoba por el puente romano. Durante veinte siglos, este fue el único que tuvo la ciudad, una estructura de 16 arcos y más de 300 metros de largo que salva las aguas del río Guadalquivir y une el barrio del Campo de la Verdad con el de la Catedral. Tan monumental es que hasta tiene su protagonismo en la serie Juego de Tronos (torrecalahorra.es).

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HACER UN TOUR POR LAS IGLESIAS FERNANDINAS

Hasta 11 iglesias repartidas por toda la ciudad mandó construir Fernando II el Santo entre los siglos XIII y XIV. Una ruta recorre estos templos cuya singularidad no solo residen en su arquitectura tradicional, también porque en torno a ellas fueron conformándose núcleos de población de la trama urbana (turismodecordoba.org/ruta-fernandina).

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DEJARTE EMBRIAGAR EN SUS PATIOS

Córdoba no sería Córdoba sin sus patios y el aclamado Festival de Patios, Rejas y Balcones que se celebra en el mes de mayo, cuando se engalanan con miles de flores de colores y abren sus puertas al público. Un evento, declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, que este año cumple un siglo de existencia. Con sus paredes encaladas, sus macetas de geranios, sus rejas artísticas y ese aroma que perfuma el ambiente, son la quintaesencia de la estética andaluza y el Palacio de Viana un buen resumen de todos ellos.

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APUNTARTE A LA HORA DEL TAPEO

Entre visita y visita conviene hacer parada para el tapeo, por ejemplo, en torno a las plazas de las Tendillas y Corredera, donde nunca falta un vino Montilla-Moriles. La Taberna La Montilla (tabernalamontillana.com), El Abanico (tabernaelabanico.com) o Taberna Plateros (tabernaplateros.com) pueden ser un buen comienzo. Y buenas recomendaciones la Taberna Regina (pl. de Regina, donde probar sus berenjenas fritas, o Taberna Bar Santos (tabernabarsantos.es), con la tortilla de patata como tapa estrella.

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TOMAR UN CAFÉ EN LA PLAZA DE LA CORREDERA

Los Arcos Alto y Bajo dan acceso a este perfecto cuadrilátero que es la gran plaza de la ciudad y recuerda más a una plaza castellana que andaluza. Un punto de encuentro para tomar un café bajo el sol en una de sus terrazas o contemplar el ir y venir de la gente. Se cree que la que hizo tantas veces de plaza de toros –de ahí su nombre–, ocupó parte del circo romano de la ciudad.

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DESCANSAR EN UN HOTEL CON ESTILO

Con estilo y en el casco histórico, dos requisitos para descansar a gusto y estar cerca de todo. Lo cumple Patio del Posadero (patiodelposadero.com), un hotel boutique en una antigua casa con patio del siglo XV con habitaciones de diseño exclusivo. También La Boutique Puerta Osario (hotellaboutique.com), un pequeño y moderno alojamiento de diseño, Viento 10 (hotelviento10.es), un hotel diferente en una antigua casa de estilo árabe y, en el barrio judío, Las Casas de la Judería (lascasasdelajuderiadecordoba.com) y Madinat (hotelmadinat.com).

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DISFRUTAR A LA MESA

¿Tradición o innovación? En Córdoba cualquier opción es válida para rematar el día con una cena tranquila. De nivel es Noor (noorrestaurant.es), el restaurante de Paco Morales, con una cocina de alta factura reconocida con dos estrellas Michelin. Tellus (tellus.es) y El Envero (elenvero.es) apuestan por la cocina de temporada. Platos tradicionales cordobeses ofrece La cuchara de San Lorenzo (acucharadesanlorenzo.es), divertidas resultan las propuestas de Periko Ortega en Recomiendo (recomiendopower.com) y con una larga historia, Casa Pepe de la Judería (restaurantecasapepedelajuderia.com). En el restaurante del Hospes Palacio del Bailío (hospes.com), además de su carta gastronómica sorprende contemplar a través del suelo de cristal los vestigios de una antigua casa romana.

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