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MIRADOR SA CREUETA, MALLORCA

El mirador más famoso de Mallorca se asoma a los acantilados y calas escondidas de la escarpada sierra de Tramuntana, un poco antes de alcanzar el cabo Formentor, con su cala rodeada de pinos y su faro. A 200 metros de altura desde él se aprecia toda la grandiosidad del «Finisterre mallorquín», con la cala Bóquer a un lado y el islote Colomer al otro.

 

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MIRADOR DE LOS ACANTILADOS DE LOIBA, A CORUÑA

Justo frente a los acantilados salvajes de Loiba está el que una mano anónima talló como «El mejor banco del mundo». Un privilegiado asiento desde el que sentarse a observar, en primera línea, el islote horadado de Gavioteira y la playota de Coitelo, pero, además, de parte de los 7 kilómetros de cantiles espumeantes que se suceden en el tramo de costa entre el cabo Ortegal y el de Estaca de Bares.

 

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MIRADOR DE IZCAGUA, LA PALMA

Cuando uno se sitúa en este mirador de Puntagorda, en el noroeste de La Palma, tiene la sensación de volar sobre el barranco de Izcagua, uno de los más abruptos de la isla. Junto al Mercadillo del Agricultor y el área recreativa de El Fayal, se trata de tres plataformas suspendidas sobre el precipicio y protegidas por barandillas de cristal.

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MIRADOR DE LA PEÑA, EL HIERRO

A 645 metros de altitud, las vistas que depara este baluarte situado en Guarazoca, al noroeste de la isla, son impresionantes. Pero más allá, el lugar es emblemático porque sobre él se levanta una espectacular obra arquitectónica de César Manrique, de la que forma parte también un restaurante de gastronomía canaria. Asomados a este balcón natural sobre el valle del Golfo se siente el profundo respeto que el artista lanzaroteño tenía por la naturaleza de las islas.

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MIRADOR DE SAN ROQUE, ASTURIAS

La vista más bonita de la fotogénica villa de Lastres, en el concejo de Colunga, se admira desde este mirador junto a la ermita de San Roque. Cerca, el caserío colgado de la ladera de la montaña, y, a lo lejos, el perfil de la playa de la Griega, a la que ir después a darse un baño y a contemplar, en el camino señalizado que la bordea, icnitas de pesados saurópodos que figuran entre los mayores del mundo.

 

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MIRADOR DEL RÍO, LANZAROTE

En el Risco de Famara, en la punta norte de la isla, se encuentra este mirador imprescindible en Lanzarote. Y lo es, por sus vistas, por su emplazamiento a 474 metros de altitud y porque detrás de él está la mano de César Manrique. Una gran obra camuflada en el rocoso paisaje desde la que se contempla la bella imagen la pequeña isla de La Graciosa, la única habitada del archipiélago Chinijo.

 

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MIRADOR DEL ALTO DO PRÍNCIPE, PONTEVEDRA

A las «islas de los dioses», como las llamó Plinio, que vigilan la entrada a la ría de Vigo y forman parte del Parque Nacional de las Islas Atlánticas, se llega buscando sus playas vírgenes, sus acantilados para rodear en barco y sus fondos marinos para practicar buceo. Pero, si buscamos panorámicas, ningún lugar mejor que el mirador del Alto do Príncipe, con espectaculares vistas de los acantilados desde la Silla de la Reina, una caprichosa formación rocosa.

 

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TORRE DES SAVINAR, IBIZA

Media hora de caminata hay que recorrer para llegar a esta atalaya colgada sobre el acantilado en la reserva natural de Cala d’Hort, uno de los lugares más bellos de la isla. Pero el esfuerzo lo merece, pues es un privilegiado mirador a 200 metros sobre el mar frente a los islotes de Es Vedrà y Es Vedranell. Desde la que es una de las torres de defensa más altas de Ibiza, aunque nunca llegó a albergar cañones, se disfruta de una de las postales más reconocibles de la isla, especialmente al atardecer.

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MIRADOR TINA MENOR, CANTABRIA

Pechón es una playa cántabra bellísima, 900 metros de arena unida a un islote durante la bajamar. Desde ella, una serpenteante carretera asciende hasta este mirador que marca el límite entre Asturias y Cantabria y ofrece vistas únicas de la ría de Tina Menor, la sierra de Jerra y la desembocadura del Nansa. En él se admira también una escultura dedicada al pescador.

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MIRADOR DE ELS MOLINS, ALICANTE

De los 15 estratégicos miradores de la costa de Jávea que se asoman al espectacular paisaje de la Marina Alta, el primero en descubrirse, de norte a sur, es el de Els Molins, situado en la carretera que une Jávea con Denia. Está en pleno Parque Natural del Montgó, y desde el pueden verse 11 molinos de viento estratégicamente ubicados en la loma del cabo de San Antonio.

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