Con un casco antiguo adornado de casonas montañesas con escudos e historias en cada esquina, balneario, puentes, ingenios hidráulicos y hasta una leyenda, la del hombre-pez, Liérganes es un pueblo encantador. Aunque habrá quien se sienta más atraído por la fama de su chocolate con churros o su cerveza artesanal. Lo descubrimos en los Valles Pasiegos.