Santa Pau, una villa medieval con mucho encanto entre volcanes
A tan solo 9 kilómetros de Olot y en pleno Parque Natural de la Garrotxa, este pueblecito de Girona nos cautiva por su conjunto monumental presidido por un castillo y una plaza porticada donde podemos saborear una excelente cocina a base de productos de proximidad. Por sus seductoras calles empedradas y su entorno muchos se atreven a compararla con la Toscana.
Panorámica aérea del Parque Natural de la Garrotxa, con sus más de 40 volcanes dormidos rodeados de vegetación.
La torre del homenaje del castillo de Santa Pau sobresale de la villa amurallada.
Una de las laberínticas callejuelas de piedra de la Vila Vella.
En la carta de Cal Sastre no faltan las alubias o los fesols con butifarra, una judía blanca pequeña y casi sin piel, que se cultiva en la localidad.
Acogedor restaurante del hotel Cal Sastre, que también posee una terraza bajo los soportales de la plaza de Santa Pau.
Con una tradición culinaria que viene de lejos, en el restaurante de Cal Sastre se trabaja con productos de calidad y de temporada.
Hotel Cal Sastre, con vigas de madera y paredes de piedra, cuenta con varias suites cada una decorada de manera diferente.
Desayuno del hotel Cal Sastre.
En la masía Mas Garganta se pueden realizar talleres gastronómicos para descubrir la cocina volcánica de la chef Anna Casals.
Masía Mas Garganta, un alojamiento rural con encanto a unos 20 minutos de Santa Pau.