Las tradiciones mandan en cada pueblo y rincón de este parque natural de Guadalajara. El río y sus afluentes se precipitan entre hoces, cañones y saltos de agua que durante años tuvieron que recorrer los gancheros. Un oficio lejano que aún hoy se recuerda en estas tierras con una gran fiesta ganchera.
El río Tajo y sus afluentes se precipitan con bravura entre hoces cañones y saltos de agua que durante años tuvieron que recorrer los gancheros en un oficio que aún hoy se rememora en los pueblos gancheros de Poveda de la Sierra, Peñalén, Peralejos de las Truchas, Taravilla y Zaorejas, en la zona este de la provincia de Guadalajara.
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Troncos de pino son arrastrados a la antigua usanza por el río por voluntarios ataviados con trajes como los de los antiguos gancheros.
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Río Tajo a su paso por la zona conocida como Hundido de Armallones.
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Esbeltas torres almenadas de las murallas de Molina de Aragón con ese color rojizo propio de la arenisca que embellece el entorno natural.
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Piraguistas disfrutando de las aguas cristalinas en un remanso del río Tajo.
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El fabuloso Salto de Poveda, en la zona de Poveda de la Sierra.
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Las fiestas gancheras se celebran cada año en primer fin de semana de septiembre en los conocidos como pueblos gancheros del Alto Tajo. La celebración se hace de forma rotativa en uno de ellos: Poveda de la Sierra, Peñalén, Peralejos de las Truchas, Taravilla y Zahorejas. Este año 2013 se celebra en Peralejos de las Truchas y la fiesta comienza el 31 de agosto, sábado.
