Cuando hablamos de pasarelas, pocas son tan icónicas como las de Chanel. A lo largo de los años, la maison francesa se ha forjado una reputación única: cada desfile no sólo cuenta una historia, sino que también honra las tradiciones y costumbres más arraigadas de la marca.
A la par, no hay mayor honor para una modelo que caminar una pasarela de Chanel. Las elegidas son seleccionadas rigurosamente, no solo por su belleza, sino por la energía, elegancia y valores que proyectan al caminar.
Claudia Schiffer colaboró con la casa francesa en repetidas ocasiones durante la era de Karl Lagerfeld, y no luciendo cualquier atuendo, sino cerrando los desfiles como la auténtica Chanel bride, una de las partes más simbólicas y esperadas de cada show.
¿Por qué los desfiles cierran con un vestido de novia?
Durante años, Chanel ha finalizado sus presentaciones con un look nupcial. Esta tradición se remonta a las primeras colecciones presentadas por la misma Coco Chanel. Más que una simple elección estética, el vestido de novia representa el cierre emocional del desfile y simboliza el inicio de una nueva etapa en la vida de una mujer.
Además, suele ser el atuendo más elaborado de toda la colección, uno que encapsula la esencia completa de la propuesta creativa de la temporada. Su entrada es siempre la más dramática y sofisticada, diseñada para dejar una impresión duradera entre los asistentes y los espectadores.
Este look no siempre se presenta como el típico vestido de novia. Karl Lagerfeld, al igual que Virginie Viard después de él, exploraron diversas reinterpretaciones: desde trajes sastre y versiones en tweed, hasta diseños con tul, aplicaciones e incluso swimwear. Cada una de estas piezas ha dejado una marca importante en la historia de la moda.
Claudia Schiffer: la novia Chanel definitiva
La modelo alemana saltó a la fama en los años noventa tras protagonizar una campaña para Guess, y fue Karl Lagerfeld quien la descubrió poco después, integrándola al exclusivo universo de Chanel.
Aunque en un inicio desfiló como cualquier otra modelo en las colecciones del diseñador, Lagerfeld rápidamente reconoció en ella una presencia única. Para la colección primavera/verano 1990-1991, decidió otorgarle el honor de cerrar el desfile como la Chanel bride, marcando así un antes y un después en su carrera.
Desde entonces, Claudia Schiffer caminó en alrededor de 20 desfiles para la maison francesa y fue la encargada de cerrar siete de ellos como la icónica novia de Chanel. Un título que, hasta la fecha, nadie ha portado con tanto estilo, elegancia y poder como ella.