¿Quién dice que no hay espacio para la moda masculina en eventos de gran renombre como los Premios Oscar? Año con año tenemos ejemplos de celebridades que desafían las normas del vestir masculino y optan por piezas diferentes e innovadoras. Lo que antes solo era un esmoquín tradicional en color negro, hoy tiene muchas otras maneras de llevarse e interpretarse. Anoche tuvimos ejemplos como Timothée Chalamet quien prefirió optar por un traje en amarillo mantequilla o Andrew Garfield quien eligió uno en tono marrón.
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Es un hecho que cada vez son más los hombres que buscan cambiar el esquema de la moda masculina y ofrecer ese toque diferenciador que los haga destacar y brillar entre la multitud. Y si bien la tarde de ayer pudimos ver varias tendencias sobre la alfombra, hubo una que sobresalió más que otra: los broches. Este accesorio se convirtió en el aliado perfecto para que los famosos pudieran expresar su propia personalidad y autenticidad sin salir demasiado de los cánones de estilo.
Hubo broches de muchos colores, formas y tamaños pero cada uno supo cómo sacarle el mayor provecho a este accesorio que promete convertirse en las mancuernillas del Siglo XXI con un toque distintivo, sofisticado y lleno de creatividad.