Hablar de Janeth Gómez Valdivia es hablar de fuerza en la extensión de la palabra. La halterofilista de 28 años ha puesto en alto el nombre México y prueba de ello fue su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024, donde logró colocarse entre las 10 mejores en la categoría de los 59 kilos. Y anteriormente, logró colgarse preseas de oro y plata en competencias mundiales.
Para ti que te gusta
Este contenido es exclusivo para la comunidad de lectores de ¡HOLA!
Para disfrutar de 5 contenidos gratis cada mes debes navegar registrado.
Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.Este contenido es solo para suscriptores.
Suscríbete ahora para seguir leyendo.TIENES ACCESO A 5 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
“Me siento muy contenta y feliz porque todo el esfuerzo vale la pena, hay que seguirnos preparando… Uno como atleta sacrifica muchas cosas y estas medallas son la recompensa”.
Originaria de San Miguel del Alto, en el estado mexicano de Jalisco, Janeth llegó a Guadalajara a los 11 años para convertirse en atleta de alto rendimiento. Aunque este cambio respondió a un sueño que buscada materializar, el dejar su hogar a tan temprana edad no fue fácil e incluso pensó en dar un paso atrás.
“Yo dije qué hago aquí, yo ya me quería retornar para mi casa… ya me daba medio rajando, pero como que quería, pero no, yo decía, es que no sé qué hacer, yo seguía caminando, pero no sabía dónde estaba pisando, yo a los 11 años, casi 12”, se sinceró la atleta el año pasado en una entrevista para el canal de televisión de la Universidad de Guadalajara al hablar de su llegada a las instalaciones del Consejo Estatal para el Fomento Deportivo.
En su camino, la atleta tapatía contó con el apoyo de la entrenadora Miriam Guadalupe Valadez Flores, quien supo guiarla pese a los escasos recursos con los que se contaba para trabajar su potencial. “Y ella era súper insistente en querer entrenar, entonces, era un talento desde que ella empezó a entrenar súper explosiva, súper técnica, es un talento que tiene ella natural”, dijo al mismo medio.
Janeth tuvo que adaptarse a las circunstancias adversas para poder entrenar, pues al ser madre de una niña, regresó a su ciudad natal. Optó por entrenar en una escuela secundaria, pero cuando no le fue posible continuar con ese espacio tuvo que arreglárselas. “Me ponía a un lado de mi casa a entrenar en la calle en medio sol”, compartió.
Y si los recursos con los que contaba para entrenar eran pocos, el hecho de criar a una sumó complejidad a su desafío de ser una atleta de alto rendimiento. “A la mitad del entrenamiento mi niña ya tenía hambre, tenía que parar el entrenamiento. Entonces dije: ‘Te tienes que organizar, muévete, te tienes que dividir en las partes que tú tienes que cumplir para poder llegar a donde quieres’”.
“Como toda deportista, lo primero es cumplir el sueño olímpico, hacerlo realidad y luego tener el deseo de una medalla olímpica, y quieras o no, cuando se tiene a compañeras que lo consiguieron, nace también ese deseo”,
En junio de 2023, Janeth participó en el Grand Prix de Halterofilia celebrado en La Habana, Cuba, donde logró dos medallas de oro y una de plata que la proclamaron campeona mundial. Ese mismo año, la atleta tapatía logró dos preseas de plata en los XXIV Juegos Centroamericanos y del Caribe San Salvador.
El 8 de agosto de 2024, Janeth cumplió el sueño de muchos atletas al pisar terreno olímpico en París y lograr la octava posición en su categoría. Aunque estuvo lejos de pisar el podio, su logro fue especialmente significativo teniendo en cuenta el arduo camino que tuvo que recorrer. “Es un mar de emociones, simplemente el hecho de enterarme que iba a venir aquí e iba a tener mis primeros Juegos Olímpicos”, dijo “(Esto es) Por lo que tanto soñé, por lo que tanto trabajé. La verdad estoy bien agradecida con Dios por darme la oportunidad”, expresó tras su participación, según la agencia Associated Press.