Los pacientes que se han visto diagnosticados con este padecimiento han reportado síntomas tanto físicos como cognitivos y psicológicos. Entre los más comunes suelen estar el dolor de las articulaciones y músculos, así como la fatiga, problemas de memoria y concentración, problemas al respirar, dificultad para conciliar el sueño, problemas en la piel, boca y ojos secos, pérdida de cabello, problemas gastrointestinales, dolores de cabeza, depresión y ansiedad.