Imagínate, empecé cuando no me llamaban tanto la atención las películas animadas, aunque siempre he sido fan. Pero sí empecé hace 20 años, realmente, empezamos con la primera. Ha sido un camino largo, pero maravilloso. Porque el poder trabajar con los hermanos Riva Palacio ha sido un gusto y un placer y ha sido algo de lo más increíble que me ha pasado en esta vida. Primero por la locura de querer hacer una película animada en México… era una locura, era la cosa más extraña de ese planeta. Y ellos dos se aventaron y mira lo que lograron, aquí estamos 20 años después entregando la #5, que yo espero que no sea la última.

Ellos empezaron cuando comenzaba el internet con los chistes de Huevocartoon. Así fue como todos nos enamoramos de los huevitos, así fue como los conocí. Me empezaron a buscar y llegué y yo feliz de la vida, emocionada hasta decir basta porque sí quería trabajar con ellos, me encontré con unos amigos entrañables que quiero y que respeto y admiro, ¡un par de genios! Rodolfo y Gabriel Riva Palacio son lo máximo y 20 años después aquí estamos ya con una animación al tú por tú de cualquiera en el mundo. Vas viendo todas las películas y vas viendo la evolución en cada película.

Mis hijos tienen 10 y 8 años y me puedo sentar a ver esta ‘peli’ con ellos sabiendo que me voy a divertir igual que ellos. Yo me voy a reír de una cosa, ellos de otra, pero nos podemos divertir juntos y eso es algo que pasa muy poquito en esta época o son películas para ellos que yo no voy a gozar tanto, o son películas que ellos no pueden ver, entonces tener un proyecto verdaderamente familiar pasa muy poco y con una película de huevos no importa cual veas siempre, siempre es familiar, siempre es un ‘sí’, te atacas de risa. Otra cosa importante para mí es que mis hijos conozcan mi sentido del humor, porque Huevocartoon lo hace muy bien.

Porque se van a divertir, además llega en una época hermosa en la que queremos quitarnos los problemas, queremos olvidar que tan mal o que tan bien nos trató el 2022, prepararnos para el 2023 y estar en familia. Esta película llega perfecto porque si hace frío, la vas a ver y te vas a sentir bien porque estos huevitos están congelados ¡y tú no!

Además, es una película que tiene muchos mensajes; este mensaje que a mí me encanta que tus amigos se pueden convertir en tu familia. Los que nos salimos de nuestros países y tenemos a la mayoría de nuestra familia lejos, a veces tus amigos se convierten en tu nueva familia y eso es maravilloso. Y esta familia que han hecho todos los huevitos y los gallos y gallinas y todos los animalitos de la granja, es precioso.

¡¡Fue un reto!! Sobre todo, la parte de la escuela… era una cosa, no entendían, se distraían, no estaban acostumbrados a estar viendo un monitor todo el tiempo, no estar con sus amigos. La parte de la escuela fue espantosa y lo odié, lo que sí es que yo acabé enseñándole a leer a mi hijo, eso es algo que no todas las mamás pueden presumir. La cosa es que sí fue complicado, no solo para mí, sino que para ellos también, así que les inventé de todo.

Siempre trato de estar de buen humor, por ejemplo, les decía, ‘¡Vámonos a comer a China!’, y aprendía a hacer comida china en mi casa, poníamos videos de China, música china. Fuimos a Italia y Francia, y ahí estaba cocinándoles todo lo que yo podía, inventándome recetas y tratando de que la imaginación nos salvara.

Están orgullosos, creo que les gusta mucho. Mi hija, obvio, quiere ser artista también vamos a ver qué pasa. Le digo, ‘mi vida, hablas muy bien inglés así que más adelante vemos que va a pasar con tu carrera’. Mi hijo está orgulloso, pero él es más detrás de cámaras, pero creo que los dos están orgullosos de su mami, que ven a una madre trabajadora que eso para mí es muy importante y ven que le echo ganas a mi trabajo. Siempre con un respeto y un amor hacia mi público que es así como se los enseño.