Skip to main contentSkip to footer
coopersvoice t© @findingcoopersvoice

La honesta carta de una madre sobre su sentir que ha encontrado una increíble respuesta en redes

Con tres hijos, uno de ellos con autismo severo, Kate siente que se ha perdido a sí misma


Febrero 13, 2020 1:50 PM EST

Más de 10,000 personas han reaccionado al muy honesto relato de una madre que ha querido compartir cómo se está sintiendo. Con tres hijos en casa, uno de ellos con autismo severo, Kate ha enfrentado la dura realidad que muchas madres tienen en casa. Aunque cuenta con muchas bendiciones, se da cuenta de que está pasando un mal momento personal y junto a otras mamás que pasan por lo mismo, hace un compromiso por buscar ser feliz nuevamente. Kate es conocida en la web por su blog Finding Cooper’s Voice, en el que relata lo que sucede con su hijo al tener autismo severo con restricciones al hablar.

coopersvoice© @findingcoopersvoice

MÁS NOTICIAS DE ACTUALIDAD

La prueba más dura, una familia enfrenta el diagnóstico de cáncer de sus tres hijos pequeños

Después de 328 días en el espacio, Christina Koch sumó otro récord en su carrera: el vuelo espacial más largo realizado por una mujer

Hola, mi nombre es Kate, tengo 36 años y estoy teniendo un serio caso de pérdida de identidad. O tal vez es una crisis de la mediana edad. O un poco de depresión post-parto. O tal vez solo estoy cansada, pasada de peso y mentalmente agotada. Quién sabe qué tengo”, empieza la publicación, para continuar explicando su situación, “Tengo tres niños, un esposo, una casa y un trabajo que amo. Soy más que afortunada. He dedicado mi vida a los humanos en ella. Y otra vez, casi todos los días, soy feliz de hacerlo. Pero hay algunos días, algunas semanas, que no me siento así, Me siento como si me hubiera perdido a mí misma en el camino”.

Kate ha puesto en palabras lo que algunas otras mamás han sentido: “Me veo en el espejo y ya casi no me reconozco. Y mientras me acerco a la mediana edad, eso es realmente aterrador. No es que me vea vieja, es que me veo como alguien más que ni siquiera reconozco. Me veo cansada. Parece que me he dejado ir. Me veo enojada. Me veo realmente apresurada…Y no puedo ser yo…Soy la que puede con todo. La mamá de niños. La mamá de alguien con necesidades especiales. La que siempre está feliz. La positiva. Siempre sonrío. Siempre encuentro alegría. Pero recientemente me siento vacía”.

Cuando estoy con los niños me siento culpable por no trabajar, cuando estoy trabajando me siento culpable de no jugar más con mis hijos. Es un perder-perder a veces. Siento que he desperdiciado mi educación. Me siento como una ama de casa, una ama de llaves, un chofer, una maestra de ceremonias. Siento que siempre tengo niños enfermos y que no puedo acabar la lavandería o meter mi trasero en mis jeans de gorda. Sé que soy una buena mamá. No dudo de mí en ese departamento. Pero también siento que todo lo que soy es una mamá, a veces”, continúa.

“A veces siento que estoy desapareciendo en la nada”, dice sincera, “No sabía que podía considerar un baño como un lujo…Soy una mujer muy capaz y no puedo encontrar un momento para bañarme…Tengo un bebé, un muy socialmente activo (hijo) de seis años, un niño con autismo severo, los baños deben ser antes de las 5 am o después de las 10 pm. Y para ese momento, mamá está exhausta”.

“Solía preocuparme cómo me veía. En verdad me importaba. Comía bien. Hacía ejercicio. Me bañaba. Me maquillaba…Ahora, uso sudaderas. Sucias. Playeras grises. Tomó mi ropa del suelo todas las mañanas. Y lo triste es que casi no me importa. Estoy muy cansada para preocuparme. Hay tantas cosas más importantes que el verme linda. Como dormir. O hacer mi trabajo. O ir al partido de baseball de Sawyer. Y elijo esas cosas con felicidad”, escribe.

“Pero luego me veo y me siento triste. Siento que me he perdido. Casi completamente. No tengo hobbies. No tengo tiempo para hacer nada. Solo cuido de los niños. De mi casa. Hago que el barco siga andando…Estoy permanentemente ocupada y aun así, aburrida al mismo tiempo. Es un sentimiento bizarro. No sé cómo salir de este bache. Pero estoy trabajando en eso. Solo quiero detenerme. Quiero sentarme. Quiero caminar. Quiero recordar quién soy. Y lo que me gusta hacer”, Kate comienza a dar un mensaje positivo.

“Quiero bajar la velocidad para poder disfrutar esto. Porque no quiero perdérmelo. No quiero resentirlo. No quiero estar enojada. Lo que he aprendido es que solo hay un poco de mí. Y necesito encontrar un balance. Este año voy a encontrar el balance entre ser mamá, el matrimonio, mi trabajo, mi casa y mi cordura. Esa es mi meta. Aprender a reír más también y darme a mí misma más gracia”, finaliza Kate invitando a más madres a unirse a ella.