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Elizabeth Álvarez abrió su corazón durante una reciente participación en el programa Sale el Sol, donde compartió uno de los capítulos más duros que ha enfrentado: el embarazo de sus mellizos Máxima y León, fruto de su matrimonio con el también actor Jorge Salinas. La confesión surgió durante la dinámica ‘Enfrentados’, en la que los famosos deben responder preguntas difíciles sin evadir la verdad.
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"El momento más difícil creo que (fue) cuando estaba embarazada y me tenían que hacer un estudio para saber si mis bebés venían bien", reveló Álvarez visiblemente conmovida. La actriz explicó que, en 2015, en pleno embarazo, los médicos le recomendaron realizarse una prueba prenatal invasiva para evaluar la salud de los bebés, lo cual le generó una profunda angustia. “Creo que es el momento donde dije ‘Dios mío, esto no lo puedo controlar’”, confesó al recordar su desesperación.
Sin embargo, y tras varios días de reflexión, Elizabeth tomó una decisión que cambiaría su vida para siempre. “Decidí no hacer el estudio para no poner en riesgo a los niños, creo que ese es el momento más difícil”, aseguró la actriz, reconociendo que ese episodio marcó un antes y un después en su vida personal. La incertidumbre de no saber qué podía pasar y el temor de afectar a sus pequeños fueron más fuertes que cualquier diagnóstico.
Acompañada de su esposo Jorge Salinas en el foro, Álvarez destacó que ni los momentos complejos dentro de su matrimonio se comparan con ese instante. “Aun cuando tú has estado enfermito y hemos pasado cosas complejas, sabes que todo va a salir, pero cuando tienes la decisión de la vida de tus hijos, dentro de ti, para mí ha sido el momento más complejo y más difícil”, afirmó con honestidad. Finalmente, recordó que vivió “una angustia terrible como tres o cuatro días” mientras tomaban la decisión final, la cual, afortunadamente, terminó con la llegada sana y feliz de sus hijos.
Su historia de amor
En 2019, durante una entrevista en el canal Telenovelas, Elizabeth recordó cómo, a pesar de que la química entre ella y Jorge comenzó frente a las cámaras, la conquista hasta que terminaron de grabar Fuego en la sangre: "Él me quería convencer, pero yo no quería ceder, yo creo que sí tenía que ser fuera de la telenovela, platicar cosas que no tenían qué ver con el trabajo, le dije a Jorge: 'Cuando termine la telenovela te acepta la salida', porque teníamos esa seducción real, sí jugueteábamos. Trabajamos mucho por nuestro matrimonio, porque no es fácil y hay que quererlo y tener fuego en la sangre todos los días", dijo.